La previa Argentina vs Chile: ¿clasificatorios o eliminatorias para La Roja?

La previa Argentina vs Chile: ¿clasificatorios o eliminatorias para La Roja?

07 Octubre 2011

La siempre poderosa selección Argentina recibirá este viernes en Buenos Aires a la Selección Chilena de Fútbol, en partido válido por la primera fecha de las eliminatorias sudamericanas camino al Mundial de Brasil 2014. Por Jaime Caucao.

Jaime Caucao >
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Lo primero, decir que se espera un partido de alto vuelto, eso es claro. Más allá del factor Messi o de la lamentable ausencia de Sánchez (tampoco jugó este partido en la era Bielsa), creo que pocas veces Chile llega con un equipo de este nivel a jugar una eliminatoria a Buenos Aires. Eso considerando también que, así como Chile ha subido algunos peldaños, Argentina ha bajado los suyos, de modo que la brecha entre ambos equipo ya no parece tan inconmensurable como antaño. Argentina es una potencia mundial histórica, a no engañarse al respecto. Para cualquier selección del mundo es difícil jugar ahí; lo fue para España, que cayó goleada por 4 a 1, lo ha sido siempre para Brasil. Hay muchas más probabilidades estadísticas de perder el partido que de ganarlo, y en esto no peco de pesimista, simplemente me remito a los números.

La actual Roja, más allá de sus siempre escuálidos resultados en partidos oficiales, goza de un buen cartel de jugadores donde, por desgracia, no estarán algunos de los mejores: a la lesión de Sánchez y Contreras, se suma la ausencia por suspensión de Gary Medel (que tampoco pudo jugar este duelo en la era del Loco), un perro de presa que convenía mucho tener para este partido. Y por si fuera poco, el puesto de volante de creación está en una nebulosa pues Fernández pese a estar jugando, no llega en un momento particularmente interesante de su juego, y Valdivia viene volviendo entre algodones de una larga lesión.

El escenario previo, en suma, parece dejarle el favoritismo a los argentinos. Pero veamos algunas variables interesantes que plantea este partido.

El Factor Messi

Seamos honestos en algo: si Messi anda enchufado, es mejor que empaquemos y volvamos rápidamente a Santiago a preparar el siguiente encuentro contra los peruanos. La Pulga Atómica, ese extraño experimento elaborado en secreto por científicos de la NASA, que lograron crear un prototipo de jugador pequeño pero endemoniadamente rápido y fuerte, con un sexto sentido magnífico para encontrar espacios, meter pases al vacío, y con una puntería infalible en su botín izquierdo, será un factor completamente decisivo en el juego, ya sea por presencia o ausencia. De un modo u otro, será el epicentro donde se decidirá buena parte del ajedrez futbolístico.

Creo que Borghi comete un gran error (uno más) al no asignarle una marca personal. Si analizamos el juego de Messi en el contexto del Barcelona, podemos ver de inmediato que su mejor versión aparece cada vez que los técnicos rivales lo han dejado jugar libre. Cometió ese error Mourinho en el 5 a 0 del Camp Nou el año pasado y lo cometió Sir Alex Ferguson en la última final de la Champions League. Lo ha cometido un par de veces Arsène Wenger jugando el mismo torneo. Lo comenten todos los entrenadores de la Liga cada fin de semana, que al optar por marcarlo zonalmente, lo pierden.

Permitirle a Messi girar con la pelota y encarar al arco es un suicidio tanto por su potencia y habilidad para eludir jugadores, como por su precisión para habilitar a sus delanteros. Borghi dijo que “lo marcaremos según el lugar por donde venga”. El problema es que Messi viene por todos lados y una vez que tomó velocidad ya es muy difícil pararlo. Ese romanticismo de “disfrutarlo” que señala el Bichi, está bien para los hinchas y para los que vemos el fútbol español, pero sería mejor que pensara en cómo aislarlo del resto del equipo. En tal sentido, y aunque me duela decirlo pues no es santo de mi devoción, hay que observar el trabajo de Mourinho.

El portugués, luego de comerse una goleada y un baile para la risa en su primer partido en el Camp Nou como DT del Real Madrid, tomó como lección el hecho de que ya no podía dejar libre a Messi, de ninguna manera. Claro que él también aplica marcación a Xavi e Iniesta porque el Barça presenta el inconveniente de tener un mediocampo que es como un rompecabezas, pero no funciona del mismo modo en la selección argentina. Ahí, Messi se mueve de manera más huérfana, quedando en su exclusivo poder la generación del juego. Y así como Mourinho siempre le pone encima a Pepe, y así como Bielsa le encargó a Estrada en aquel 1 a 0 en el Estadio Nacional, también Borghi debiera pensar en un jugador que lo anule. Y es aquí donde la ausencia de Gary Medel (e incluso del mismo Estrada) puede volverse un lastre muy pesado para el partido del viernes.

Ojo, que así como Messi anota (no tanto por su selección), habilita, y cortar las líneas de abastecimiento a la delantera argentina resulta vital para mantener el duelo en tablas y aspirar a empatarlo o inclusive ganarlo. Y otro detalle que no hay que dejar pasar: Bielsa y Mourinho le pusieron marcadores zurdos a Messi, lo cual no es una casualidad. Así lo cazan cada vez que gira hacia su izquierda y queda con la pelota bajo el eje de su cuerpo. Si el viernes no hay Messi, no habrá juego colectivo en Argentina y entrarán a depender de otro tipo alternativas, escenario que hipotéticamente al menos,  le resultaría muy conveniente a Chile. 

La Trinchera Chilena

Parece ser que las lesiones son, hoy por hoy, el principal dolor de cabeza, aún cuando en mi opinión, también hay un problema de conducción en Claudio Borghi (a Jadue ni siquiera lo mencionaré, pues su figura en sí misma es un problema para el fútbol chileno) y tiene que ver con la forma en que se toman las decisiones. Hace poco hubo un problema entre la U y la selección por el cruce de fechas entre la Copa Sudamericana y la fecha eliminatoria. En aquel momento, Borghi optó por dar a los jugadores la oportunidad de decidir cuál de los dos partidos querían jugar. Eso es una falta de seriedad muy grande. No hablemos aquí de democracia, ni de que “estén los que quieran estar”. En el fútbol de elite las decisiones no las toman los jugadores, sino que los entrenadores, y sobre ellos, los dirigentes. Ambos se hacen cargo de la gestión y asumen firmemente el control de sus proyectos. Como las fechas finalmente fueron cambiadas, el problema no escaló y ya nadie lo recuerda, pero ojo, no hay que dejar de observarlo como un detalle importante. Borghi no puede darle ese espacio ni a los jugadores ni a los clubes: lo primero es la selección, y él debe hacerse cargo de quedar mal con alguien si tiene que elegir. Esa lógica oportunista y de pretender no pisarle el poncho a los clubes grandes (que a pesar de todo, pusieron a Jadue y a Borghi en donde están) y peor aún, de dejarle decisiones polémicas a los jugadores para que ellos y no él “paguen el pato”, puede ser un problema acumulativo en el largo plazo.

Pero volviendo al partido,  ¿tenemos o no un esquema para enfrentarlo? El “laboratorio” (así, entre comillas) de Pinto Durán indica que se han probado diversas disposiciones tácticas que presuponen tres errores en uno: poner a Suazo por sobre Pinilla, uno. A Pinilla por sobre Vargas, dos. Y a Vargas por sobre Fabián Orellana, tres. Me explico: si hay que elegir un centro delantero, ese debiera ser Pinilla. Lo siento por Suazo, un jugadorazo impresionante, pero para este partido conviene un buen cabeceador, potente en el arranque de tres cuartos. Ambos pueden, pero no es conveniente que jueguen juntos. No debieran por la sencilla razón de que se excluyen por su juego y también porque, si hay que elegir al que irá por las bandas, ese hombre debió haber sido por alternativa natural, Fabián Orellana. Y sólo en su defecto, Vargas. Pero no Suazo ni Pinilla; eso en sí mismo es un despropósito, tanto como poner a Vidal de puntero izquierdo en aquel fatídico partido contra Venezuela en la Copa América. Es inexplicable que un abrelatas por excelencia como el ex audino no haya sido convocado, y aquí es donde nuevamente hay cosas que no me gustan de los amistosos de Borghi y su lógica para nominar jugadores.

Llevó a Cristián Vilches  y Gerson Acevedo para jugar contra España y México, y ahora que no tiene defensas, no los convoca a ellos y a cambio lleva a Sebastián Toro, convocando de última hora a Marco González, quienes no han jugado amistosos con este equipo. Y nomina a Cristóbal Jorquera, que tampoco jugó la gira, dejando a fuera a Nicolás Córdova, que sí la jugó. Pregunta (sólo por casualidad, nada personal) ¿no les parece extraño o poco serio que no se convoque en base al trabajo que se hace en los partidos amistosos? Digo esto porque los amistosos, o sirven para trabajar la mecánica de movimientos del equipo y sacar conclusiones sobre las individualidades de las que se dispone para aplicarla, o sólo sirven de paseos pagados para todo el mundo.

Por supuesto que si el viernes Chile gana, varios podrán enrostrarme este análisis. Pero a priori, mis estimados contertulios, permítaseme decir que no veo buenas señales en la gestión administrativa-deportiva (en la otra menos) de la selección. No se aprecian mucho la lógica de la causa y el efecto en el trabajo, y esa ausencia de consecuencia, por supuesto que también tiene que ver con las dudas tácticas.  Eso sin olvidar que las lesiones son en sí mismas una complicación imposible de sortear, salvo que teniendo una idea futbolística clara de lo que se quiere, se utilice jugadores que sencillamente reemplacen naturalmente a otra pieza del conjunto.

¿Cómo nos irá el viernes? Imposible saberlo. Nunca, en todo caso, hemos contado de antemano con esos tres puntos. La clave de estas fechas, entonces, parece ser el Perú de Markarián. Pero después de ver cómo resulta la expedición a Argentina, ya tendremos tiempo para hablar de ello.-