Estoy muy de acuerdo con el cambio en fecha de elecciones, especialmente en lo que respecta a que permitirá que una proporción importante de chilenos inicien sus vacaciones estivales desde fines de Diciembre si hubiese balotaje, y no desde mediados de Enero como ocurría hasta ahora.

Asimismo, hago notar que mantener la medida de cierre de teatros, cines, recintos de espectáculos y deportivos el día de los comicios es , en plena democracia, injustificada e innecesaria. Sugiere que el país sigue inestable en términos políticos, algo absolutamente surrealista.

Lo que me parece insólito es que, mientras el Presidente destacaba los beneficios económicos que produciría para el turismo chileno el adelantar las fechas de las elecciones, su ministro de Educación anunciaba, tomando por sorpresa a cientos de miles de padres, apoderados y alumnos, que al día siguiente se iniciaban las vacaciones de invierno para cientos de colegios en toma y como si fuera poco, el año académico finalizaría el 14 de enero de 2012, o a fines de Enero, dependiendo de las circunstancias; lo que se traduce en que miles y miles de familias chilenas no podrán programar sus vacaciones hasta mediados de enero o simplemente postergarlas hasta Febrero. Y para dejar bien claro que esta inesperada modificación en la calendarización académica sólo obedecía a que era necesaria para recuperar las clases no realizadas, según lo leído en la prensa , advirtió a los sostenedores que programar recuperaciones los días sábados no era del agrado del Ministerio porque habría poca asistencia.

¿Se habrá dado cuenta el señor Lavín que con su decisión deja como letra muerta los beneficios socio-económicos y turísticos que anunció con tanto entusiasmo el Presidente, en su primerísima reforma constitucional que promulga "para muchas de nuestras familias que veranean en el mes de enero y para no dañar a una industria importante, como es la del turismo" ?

¿Habrá calculado el Sr. ministro de Educación , antes de anunciar urbi et orbe sus insólitas decisiones, las tremendas pérdidas económicas que se producirán para los trabajadores y los pequeños, medianos y grandes empresarios turísticos, su decisión de re-calendarizar el año académico?

Francamente, me indigna saber que existe una autoridad gubernamental que no sea capaz de solucionar vía el diálogo un problema sectorial, y por el contrario, lo haya transformado en un problemazo multisectorial y nos pase a llevar a miles de padres y trabajadores chilenos tomando decisiones intempestivas que nos perjudican en lo familiar y en lo económico.

 Ricardo Viteri Prado

Consultor en Turismo