Por Víctor Palomo Arredondo

Ingeniero Civil Industrial, Pontifica Universidad Católica de Valparaíso

El lucro, el financiamiento, el endeudamiento y la calidad, todos temas ligados a la economía y producción, han copado los temas educacionales en los últimos meses, pero en particular el lucro ha sido lo más polémico en la prensa y las redes sociales, debido al uso y sentido que la sociedad general está dando a ésta palabra, y que puede verse en todos los medio de comunicación.

Se han mantenido dos grupos sociales diciendo “Queremos fin al lucro” y “El lucro no es malo per se” pero sin acercarse ni un milímetro a conocer la vereda del otro, sin encontrar acercamientos, ¿Qué sucede que se observa tanta diferencia ante una misma palabra tan importante para la actividad económica?.

Antes del movimiento estudiantil, la respuesta a ¿puede alguien de derecha estar contra “el lucro”? hubiera sido un “¡cómo se le ocurre!”, debido a que el estricto, propio y específico significado de la palabra es “ganancia o provecho que se saca de algo”, motor de todo emprendedor económico, independiente de su ideología política… sin embargo, algo muy distinto es ¡Cómo! se obtiene esa “ganancia o provecho”.

Hoy después de un poco más de tres (3) meses de movimientos estudiantiles y con casi un 70% de adhesión de la sociedad a la problemática de la calidad y el endeudamiento, es necesario replantearse la pregunta y la respuesta, revisar y buscar a fondo en los principios económicos, jurídicos y políticos ésta interpretación social del “lucro”. Considero que la revisión de cualquiera que esté dispuesto a buscar sin prejuicios, arrojará que sí, es posible estar en contra del “lucro” y también es posible estar a favor de él.

¿De qué depende estar a favor o en contra?, ¿cambios en la ideología política?, ¿acomodo político-económico para subir en las encuestas?, en absoluto, ninguna de las anteriores, este cambio se entiende al poner atención al uso social que la clase media chilena da a la palabra “lucro”, pues más que una connotación, el uso que están dando masivamente a la palabra podría provocar en un futuro cercano una nueva acepción en la Real Academia Española, pues así como se crean nuevas palabras, también se crean nuevas acepciones, y el “lucro no está exento”.

Dr. Jekyll y Mr. Hyde del Lucro

Cuando comenzaron las manifestaciones estudiantiles solicitando el fin del lucro, muchos de los que estamos cercanos a la economía, analizamos este pedido con la mezcla significado-significante donde ésta palabra no tiene connotación ni positiva ni negativa, ésta significación o sentido corresponde a lo que llamaremos la versión Dr. Jekyll del lucro.

En cambio en la población general, testigos y víctimas de abusos económicos, se ha instalado un sentido distinto condicionado por el sistema, más específico y negativo del concepto lucro, que se refiere a “la obtención de una ganancia económica mediante el aprovechamiento o abuso inescrupuloso de los consumidores”, ésta última forma de entender el lucro, y que lamentablemente es una manera real cómo una minoría ha obtenido provecho en la educación, es lo que la población general rechaza, y por la cual ha adherido o simpatizado con los estudiantes. La población ha visto y sufrido por la versión Mr. Hyde del lucro.

Las posiciones cerradas y la dificultad en encontrar espacios de diálogo incluso en la misma sociedad, es porque los actores sociales están utilizando una misma palabra en la discusión, pero a la cual le están dando distintas interpretaciones, así se refieren al mismo fondo, pero con distinta forma … Dr. Jekyll y Mr. Hyde.

Ante la discusión económica y social sobre el lucro, la posición de la Senadora Lily Pérez me ha llamado económicamente la atención, porque es la única parlamentaria en general que ha dado un paso distinto a lo esperado dado su sector político en particular.

Dada esta aparente contradicción entre sector político y posición económica, vuelve la pregunta inicial con un aderezo ¿es posible que alguien de derecha esté contra el lucro y con respaldo técnico-económico de mercado?, la revisión económica-política responde que absolutamente sí, pero en el entendido que está en contra de Lucro-Hyde, y la posición está respaldada por importantes autores considerados padres de la economía liberal.

La regulación jurídica contra el abuso de Mr. Lucro-Hyde, contrario a lo que la mayoría piensa, no es ajena a los preceptos y principios de la derecha política y económica, ya en 1944, el Premio Nobel de Economía de 1974 Friedrich Von Hayek, considerado por muchos uno de los padres del liberalismo moderno y promotor de la competencia de mercado, expuso en su libro más famoso “Camino a la Servidumbre ”, lo siguiente:

“En ningún sistema que pueda ser defendido racionalmente el Estado carecerá de todo quehacer. Un eficaz sistema de competencia necesita, tanto como cualquier otro, una estructura legal inteligentemente trazada y ajustada continuamente. Sólo el requisito más esencial para su buen funcionamiento, la prevención del fraude y el abuso (incluida en éste la explotación de la ignorancia), proporciona un gran objetivo -nunca, sin embargo, plenamente realizado- para la actividad legisladora.”

Sacar a la luz el párrafo anterior en el contexto actual, es casi como desenterrar un tesoro olvidado, totalmente vigente, aplicable y clarificador a la situación de discusión del lucro en la Educación en Chile, donde Von Hayek, define muy precisamente a Lucro-Hyde como parte del sistema de competencia de mercado, y establece que es el Estado mediante su poder legislador quien debe en forma permanente, como requisito mínimo y esencial velar por prevenir el abuso que puede darse en un sistema de competencia de mercado, y en forma especial aquel que proviene de la ignorancia del consumidor por falta de información.

Advertencia de Von Hayek

Puesto que el análisis de Von Hayek implica una externalidad negativa implícita y permanente de la búsqueda de lucro en el comportamiento económico individual o corporativo en la sociedad, no sólo aplica a la Educación , sino que nos previene sabiamente de estar atentos a cualquier abuso en cualquier sector económico, como por ejemplo: el caso de los trabajadores de la banca que por buscar el lucro individual a través de comisiones engañan a los clientes, también a la Polar , y etc, etc, etc.

Teniendo estos antecedentes, se puede considerar que La Parlamentaria , ha dado un paso valiente ideológicamente y muy importante al crear en el Congreso un espacio de discusión sobre el lucro de personas pertenecientes a corporaciones sin fines de lucro.

Así, con este espacio de discusión que se crea en el Congreso y no en las calles, se logra colocar las cosas en orden para poder normar el lucro en la educación de manera transparente, y mediante la legislación, proteger efectivamente a la sociedad y atacar al Mr. Hyde del lucro. Por otra parte, sus correlegionarios que muchos los ven en una posisición contraria, realmente están en una posición complemetaria, puesto que en ésta analogía, lo que están haciendo es defender a Dr. Jekyll, lo cual no es contrario a la postura de la Senadora.

El modelo que permitió durante 20 años el crecimiento de la cobertura de Educación en Chile se ha desarrollado y tiene dos caras: Dr. Jekyll y Mr. Hyde, los sectores políticos lo defendieron, porque conocían sus beneficios y virtudes… y perdonaban sus defectos -proporcionales a su tamaño, no tan notorios en un principio, inaceptables hoy en día. Hoy es deber de los legisladores dejar un poco de lado a este niño ya crecido que puede cuidarse sólo, y preocuparse y velar ahora por establecer regulaciones que protegan a la sociedad chilena de los abusos que se cometen.

La Senadora Lily Pérez, está mostrando a su sector, el camino político que debe seguir con urgente prioridad la Derecha chilena en lo que está por venir, camino que ha estado desde siempre en las bases ideológicas de la derecha, pero no había podido ser transitado, que es el cuidado y desarrollo de la sociedad en una economía social de mercado, donde el propietario se beneficie de todos los servicios útiles rendidos por su propiedad, pero también asuma los costos por todos los perjuicios que de su uso resulten a otros, una sociedad de respeto donde el poderoso no abuse del más débil.

La falta de responsabilidad jurídica-económica del privado respecto a esta última condición es lo que está y continuará oprimiendo económicamente a la clase media chilena si los parlamentarios continúan cerrando las puertas del diálogo al Congreso.

En resumen, la sociedad no está ocupando el significado estricto de la palabra, sino que se refieren a una situación compleja de fraude y abuso, y ocupan y mezclan en distintos sentidos la palabra llamada “lucro” para representar lo que les aflige. Corresponde al trabajo y responsabilidad de los parlamentarios hacer el esfuerzo por comprender lo que la sociedad requiere independiente de las expresiones linguísticas que que ocupen para expresar su necesidades y deseos, esto, muchos para no usar palabras técnicas lo llaman “estar en sintonía con la gente”.