Reforma Tributaria según Paul Fontaine.

Reforma Tributaria según Paul Fontaine.

20 Octubre 2011

Fuimos tras quien propuso reforma tributaria en 2009, asesorando a ME-O. Conversamos sobre las regiones, el medio ambiente y una grotesca herencia concertacionista. Por Maitetxu Larraechea.

Maitetxu Larraechea >
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Cada día se agrega una nueva figura a las voces que piden reforma tributaria. Nosotros fuimos tras aquella que propuso esta discusión hace dos años, cuando ME-O era un “fenómeno” y nadie había oído el nombre de Camila Vallejo. Paul Fontaine tiene ahora mucho más que decir sobre reforma tributaria.

Se identifica con quienes piden una reforma sustancial al sistema tributario y da curso a esa agenda en sus columnas en El Diario Financiero. Algunos sugieren redireccionar recursos del royalty y hay quienes piden un cambio aquí y allá para abordar de una buena vez el conflicto estudiantil, pero lo de Fontaine va más allá: “tenemos una sociedad tremendamente desigual en la que los ultraricos pagan 0 (impuestos por ganancia de capital). Que el 1% gane más que la mitad de Chile...no sé si les parezca razonable, pero ése es el país que nos heredó la Concertación”, dijo ante unas 40 personas el viernes pasado en la UCEN. Su última carta a El Mercurio fue respecto a la ley de herencia. Esto va, para Fontaine, bastante más allá del jumper.
 
 "¿Por qué razón deben las empresas pagar menos impuestos en Chile que en el extranjero?
”
El grueso de la propuesta de Fontaine se alinea con lo que piden los estudiantes, sugiere el FMI, y recomienda The Economist: una reforma tributaria que limite tanto incentivo a las empresas y termine con las exenciones, considerando también el aumento de impuestos directos: “Las empresas chilenas ya están invirtiendo en países que tienen tasas de impuesto de entre 30% y 35% sobre las utilidades. (...)¿Por qué razón deben las empresas pagar menos impuestos en Chile que en el extranjero?
”, se pregunta retóricamente en El Diario Financiero. “La baja de impuesto a las empresas desde 20% a 17% programada para 2013 no sólo no debería ocurrir, sino que debería subirse a 30% este impuesto”, sugiere.
 
Estas propuestas van de la mano con cambios en las tasas de impuesto a la renta de las personas, donde sugiere “subir la tasa de primera categoría a 30% sobre las utilidades que excedan US$ 1 millón y bajar las tasas de impuestos a las personas a un máximo de 30%” no sin además modificar los tramos en torno a los cuales se tasa, añadiendo “un nuevo tramo con tasa máxima de 40% sobre las rentas que excedan $ 240 millones anuales”. Esto se lograría bajando los tramos de segunda categoría y global complementario en 25% y permitiría acortar las brechas entre lo que tributan los empleados medios y los ultraricos que, según detalla Fontaine, en Chile alcanzan proporciones grotescas. “Los que ganan $ 7 millones al mes hoy pagan 40% de tasa marginal, pagarían 30% con esta propuesta; y los que ganan $ 30 millones al mes seguirían con 40% de tasa marginal”, insiste en el Diario Financiero.
 
“esto que dice Büchi ´ahorre, ahorre,ahorre´ vale para los ricos. El pobre no puede ahorrar”
En la misma línea apuntan sus énfasis a modificar la ley de herencias, tema sobre el que se extendió en una carta a El Mercurio que ya encuentra respuestas. “Mira, si más allá de los números, el resumen es que tenemos un sistema completamente desproporcionado”, nos explica, “esto que dice Büchi ´ahorre, ahorre,ahorre´ vale para los ricos. El pobre no puede ahorrar. La carta en cuestión contesta directamente la propuesta tributaria de la UDI y de Büchi  en lo que se refiere a herencia, apuntando que sólo el 1% de la población paga o debería pagar este impuesto, ya que las herencias de hasta $100 millones por heredero están exentas del tributo, y las de hasta $200 millones por heredero pagan menos del 5% como tasa media” , redacta antes de un remate brutal: “legislar para derogar este tributo es legislar para el 0,1% de mayor patrimonio de Chile, que por lo demás hoy está mayoritariamente eludiendo este tributo”.
 
Sobre aquél...
 
Bulnes: “Gratuidad para todos se traduce en que los pobres subsidien educación de los ricos”
 
Enfrentado a los polémicos dichos del ministro Bulnes, Fontaine es prudente y explica que “desde el punto de vista matemático puro, puede ser cierto (...) Ellos tendrían una especie de subsidio. Pero también es cierto que, si hubiera un sistema tributario equitativo en el país, los padres de ellos estarían pagando muchos impuestos, entonces, no habría problema”. Vuelve así a su punto respecto a la urgencia de una reforma tributaria, pero pide acceso a un enfoque “más social”, como dice. Según su idea, todo quien solicite un crédito estudiantil debiera obtenerlo y la devolución de éste debiera depender de los ingresos futuros: “Al que le va mal, no paga nada. El que estudió comercial en la Católica y gana 30 millones, paga finalmente sus estudios; el que estudió pedagogía básica y gana 400 mil pesos, no paga nada”.

Nuestras “queriditas”, las regiones
 
Hace un par de meses, Calama se fue a paro para exigir la asignación de recursos del cobre de manera permanente para la zona. Fontaine no le ve viabilidad a estas demandas y no las comparte “en absoluto”, enfatiza, “porque creo que las regiones que tienen, por ejemplo, la minería, tienen también el beneficio de mucha plata que deja la minería en la zona, además de que los sueldos asociados a esas industrias no son malos. Hay otras zonas de Chile que requieren los recursos”.
 
Arica y Punta Arenas como zonas especiales? Nope, no serían para él casos diferentes en materia tributaria: “No, yo no soy de esa opinión ni de opiniones demasiado regionalistas. Sí estoy de acuerdo en destrabar las muchas trabas que existen para el emprendimiento y la empresa en esas regiones, pero eso es muy distinto a proponer que estas regiones no paguen impuestos, por ejemplo. Necesitamos esos impuestos para los pobres, para desarrollarnos, para todo”.
 
"Las industrias tienen que pagar los impuestos que les corresponden y estar donde tienen que estar. No me gusta que la naturaleza chilena se haga pedazos”
Y hay más: “Y, a lo mejor, no queremos que la Patagonia se llene de gente, de industrias, y se contamine. A mí me gusta la Patagonia limpia, no me gustaría que se llenara la carretera austral, por ejemplo, de refinerías de petróleo. San Pedro de Atacama, sin impuestos, lleno de industrias, no me convence. Las industrias tienen que pagar los impuestos que les corresponden y estar donde tienen que estar. No me gusta que la naturaleza chilena se haga pedazos”.
 
Las siguientes preguntas caían de cajón.

“Nunca más” a las termoeléctricas
 
Cierta expertiz tiene Fontaine con el trinomio impuestos- naturaleza- proyectos energéticos.
Acaparó titulares en Abril pasado dada su participación en el Proyecto Termoeléctrico Pirquenes, que incluyó su voluntad de demandar al Estado si el proyecto era rechazado.  
 
Además, hace poco más de un mes protagonizó cierto “round virtual” en Twitter contra el economista Jorge Errázuriz, quien le reprochó un supuesto conflicto de intereses al votar contra Hidroaysén (dada su asesoría a Campanario, empresa eléctrica que para entonces solicitó la quiebra). En esa ocasión, Fontaine insistió en que, pese a sus intereses en el rubro, considera que las hidroeléctricas deben pagar impuestos. Lo había comentado antes en otros medios, además.  
 
Impuesto a la contaminación: “que no sea sólo a las eléctricas, que sea a toda industria que contamine. Falta seriedad con este tema”
Considera que un impuesto a la contaminación es apropiado, “pero hay que tener cuidado en cómo se hace eso”, advierte, “que no sea sólo a las eléctricas, que sea a toda industria que contamine. Falta seriedad con este tema”.
 
Termoeléctrica: "Si nos llegan a dar permiso, yo voy a vender mi parte. Yo nunca más"
Al parecer, su paso por la inversión en generación eléctrica resultó algo traumático: “Me da lo mismo que me preguntes porque ya dejé eso. Lo dije en Twitter. Ya me dio lata el tema. Se opusieron (al proyecto Pirquenes) y yo en el fondo cedí y decidí no dedicar más esfuerzos. Si nos llegan a dar permiso, yo voy a vender mi parte. Yo nunca más. Es mucho lo que se pelea con ambientalistas, con el gobierno. Se lo dejo a los grandes (...) Yo puedo decir formalmente que no me interesa formar parte de nuevos proyectos eléctricos”.

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Maitetxu Larraechea es redactora estable de Red Mi Voz. Puedes escribirle a raíz de este artículo a [email protected], [email protected] o encontrarla en su Twitter, @TechuLarraechea