La iniciativa —que se ejecuta en las comunas de El Carmen, San Nicolás y Cañete en la Región del Biobío— evaluará técnica, económica y comercialmente la aplicación de productos, asociados a este tipo de medicina, que trabajarán sobre los mecanismos inmunitarios y metabólicos que hacen a los animales resistentes a los parásitos.

En la actualidad el control de parásitos en ovinos presenta serios desafíos en términos de pérdida de efectividad, resistencia y toxicidad, todo lo cual produce pérdidas productivas del orden del 10% del peso vivo del ganado.

Se estima que la demanda anual de tratamientos antiparasitarios en ovinos asciende a unos US$ 3,3 millones, mercado dominado principalmente por transnacionales.

“La oferta que desarrollaremos —única en Chile— no produce efectos de toxicidad ni  colaterales, por lo que se puede utilizar en los distintos estados productivos, no siendo necesario los periodos de carencia”, explica el coordinador del proyecto, Alejandro Montero.

Agrega que así se abre la posibilidad de obtener un valor agregado a la producción ovina por concepto de producto limpio, natural, ecológico u orgánico.

La nueva demanda

A nivel mundial, la demanda de carne orgánica ha aumentado más de 10 veces desde 2002. Ésta cuenta con un sobreprecio de 20% a 30% respecto de la carne ovina convencional. Además, se están desarrollando otras denominaciones como “carne natural”, “de animales alimentados a pasto o grass-fed”, que han establecido sus propias categorías de sellos y certificaciones.

“Todos estos nichos están creciendo mucho más rápido que el mercado de carne convencional, que aumenta a un ritmo de 2,5% anual, lo que es ligeramente superior al de la población mundial. Mientras tanto, las ventas de carne natural y orgánica crecen en 19% o más”, afirma Montero.

El ejecutivo de innovación de FIA y supervisor del proyecto, Ignacio Briones, destaca la importancia de este proyecto, considerando el crecimiento del ganado ovino nacional y, por ende, los positivos efectos que puede tener sobre la industria. No obstante, agrega que, al analizar la última temporada (faena), ésta presenta precios inferiores, producto de las condiciones en el mercado internacional.

“Ello representa una buena oportunidad de reflexionar respecto de la actividad ovina nacional, su estado actual y la evolución futura de los mercados, los que preferirán productos cada vez más limpios, naturales, ecológico u orgánicos, aspecto al cual contribuirá esta iniciativa”, complementa Briones.