Protocolo de seguridad es imprescindible en caso de incendio

El incendio que se produjo cerca de las 13.00 horas de ayer en el centro penitenciario de Punta Arenas alarmó a la ciudadanía, pues muchos recordaron la fatal amanecida del pasado 8 de diciembre, en donde murieron 81 reos víctimas de un incendio en la cárcel de San Miguel. Sin embargo, y gracias al oportuno actuar de Gendarmería y el Cuerpo de Bomberos, en esta ocasión no hubo víctimas fatales que lamentar.

Si bien ninguna persona sufrió daños como consecuencia del siniestro, la emergencia vuelve a poner en el tapete la deuda pendiente que existe en materias de seguridad en aquellos recintos públicos e instalaciones que albergan grandes masas de gente. No es absurdo afirmar que las condiciones a las que se exponen los reos de un centro de reclusión a lo largo del país, son absolutamente opuestas a todo lo que un ser humano podría esperar.

Afortunadamente el centro de reclusión de Punta Arenas no tiene problemas de hacinamiento, como si lo hay en otros recintos del país en donde la sobrepoblación en los penales se eleva a un dramático 68%. Por otra parte, el personal de la cárcel de Magallanes ha demostrado estar preparado para una eventual emergencia, como quedó manifiesto el pasado 10 de diciembre, cuando sin aviso alguno a los entes competentes se realizó un simulacro de motín, siendo bomberos los primeros en llegar en tan sólo 4 minutos 58 segundos desde que se realizó el llamado.

Para todos los centros de reclusión la solución recae en la prevención, pues existen normas internacionales que establecen como deberían estar diseñados los planes de evacuación, además es necesario el establecimiento de una zona de seguridad en donde se puedan poner a salvo los reclusos, así como también la apropiada coordinación humana que permita realizar acciones con las señales de alerta recibidas, es imprescindible.

Alarma de incendio

En cuanto a la emergencia de ayer el Coronel de Gendarmería Carlos Cortés indicó que esta se produjo en tres galpones anexos al complejo penitenciario, a unos 300 metros del recinto, en donde aproximadamente 15 reos realizan estudios y talleres de mueblería para la reinserción social.

Por otra parte, la información preliminar otorgada por el Comandante de Bomberos Pedro Alvarado indicó que el siniestro se produjo por el sobrecalentamiento de una estufa de combustión lenta, cuando el personal de gendarmería y los reos que asisten a los talleres estaban en horario de colación.

El coronel de Gendarmería agregó que gracias al protocolo de seguridad que existe al interior del penal no hubo víctimas que lamentar, pues la brigada anti incendios del centro logró controlar la emergencia hasta la llegada de las seis compañías que se constituyeron en el lugar. Cortés fue enfático al señalar que en ningún caso estuvo comprometida la integridad física de los reos.