La oficina de la seremi de Salud comenzó a fiscalizar el cumplimiento de la normativa establecida en materia de etiquetado de útiles escolares.

Óscar Vargas, seremi de Magallanes, explicó que en este periodo se intensifican las inspecciones a librerías por el aumento de la demanda de estos productos con motivo del inicio de las clases. La autoridad dijo que “los útiles escolares deben estar rotulados, con instrucciones en español y no deben poseer elementos que puedan dañar la salud de las personas”.

Vargas aprovechó la jornada de fiscalización para pedirle a la población que al momento de comprar, se fijen que “hay cierta cantidad de productos que en el tiempo han ido cambiando y se han ido colocando exigencias, como por ejemplo, el que desaparezcan algunos elementos tóxicos de los productos en los cuales los niños están en contacto directo, como es el caso de tolueno”.

El fiscalizador de esta secretaría, Abner Agurto, explicó que en Punta Arenas son aproximadamente 25 los establecimientos comerciales que venden productos escolares y serán fiscalizados durante estas semanas.

En lo que respecta a los adhesivos y pegamentos escolares, el fiscalizador señaló que estos no deben contener tolueno si son manipulados por menores. Ya que el tolueno es un solvente orgánico que puede originar efectos en el sistema nervioso central, con daños neurológicos y la intoxicación aguda puede causar la muerte.

En tanto, las témperas, acuarelas, plastilinas, lápices de colores, crayones u otro similar, la normativa sanitaria indica que el límite máximo permisible de plomo, no podrá tener una concentración superior a 0,06 %. La exposición al plomo puede provocar retardo intelectual, problemas de anemia, hipertensión e incluso esterilidad en los varones, teniendo un efecto acumulativo en el tiempo.

Finalmente la autoridad sanitaria hizo un llamado a los padres y apoderados a adquirir la lista de materiales en locales establecidos, ya que éstos son constantemente fiscalizados. Además, pidió colocar especial atención en el etiquetado del producto, no sólo fijándose en la frase “No Tóxico”, sino también leer la lista de componentes y materiales de fabricación.