Este domingo, en la edición online de Economía y Negocios de El Mercurio, se publicó una reportaje sobre la realidad que viven algunas cárceles de Chile, destacando el caso de los presidios de las regiones de Aysén y Magallanes.

La situación de las cárceles en nuestro país se da a conocer con casos como el de Antofagasta, donde hay una cárcel con 8 presos, y en la misma región, otra, concesionada, con 1.312 reclusos. Sin embargo, la realidad de otros recintos dista mucho de la realidad nortina. En Magallanes y en Aysén, las cárceles cuentan con más gendarmes que reos. 

El diputado Gonzalo Fuenzalida pidió estadísticas a la Dirección Nacional de Gendarmería, luego de enterarse de esta situación, al averiguar las distintas aristas de la delincuencia.

"Hoy día hay una gran desinformación de cómo está organizada Gendarmería, cuántos presos cumplen condena, por qué tipo de delitos cumplen condena. Y en esta solicitud que fui haciendo, advertí que hay dos regiones que concentran una gran cantidad de gendarmes y donde hay muy pocos presos, dice el parlamentario.

En la XI Región hay 389 funcionarios de Gendarmería frente a una población penal que llega a 227 reos. Y en la XII son 349 a cargo de 280 reclusos. Al respecto, Gonzalo Fuenzalida señala: "Yo atribuyo aquello a que acá hay una intención de privilegiar a un grupo de gendarmes por sobre otro grupo. Esto, ya que en esa zona hay ciertas asignaciones especiales. Lo único que creo es que ser enviado a esas regiones es un premio nomás, sin criterio técnico".

Cupos de rehabilitación

Y explica que el tema ha tomado relevancia a raíz de la discusión parlamentaria del presupuesto, en particular en lo que se refiere al ítem destinado a la rehabilitación de los reclusos. "Solamente hay un cupo de 700 presos para una población de 45 mil. Y hay una promesa del Gobierno, que va a heredar un servicio nacional de rehabilitación, del cual no se ha vuelto a saber nada. Cuando estamos tratando de bajar la delincuencia, vemos que uno de los problemas son las cárceles: la rehabilitación que se hace y el número de gendarmes que hay".

Los hombres y el mundo del crimen

Gendarmería cuenta, a lo largo de todo el país, con un total de 969 oficiales y 13.634 suboficiales. Además, tiene 2.436 profesionales, 795 técnicos, 1.079 administrativos y 253 auxiliares que corresponden a funcionarios civiles de planta y contrata. Frente a esto hay 45.523 reos, entre condenados, imputados, detenidos y procesados que se encuentran bajo la vigilancia de los gendarmes. De ellos, únicamente el 8% de la población penal corresponde a mujeres, de modo que los hombres arrasan en el mundo del crimen.

En ese mundo, el más alto porcentaje está condenado por robos (ver tabla): 22.680 de un total de 61.714 delitos por los cuales la población penal cumple cárcel. Al diputado Gonzalo Fuenzalida le llamó la atención que no le hubieran enviado la información con el detalle sobre cuántos de estos corresponden a robo con violencia e intimidación, que son los que incluyen los portonazos. Y, pese a que dice que pidió el detalle, aún no lo recibe.

Entre los datos sorprendentes que figuran en las estadísticas que envió el director nacional de Gendarmería, Tulio César Arce Araya, respondiendo al oficio número 13313 del 22/10/2015 de la Cámara de Diputados, se aprecia que los Centros de Detención Preventiva con menos presos son el de Combarbalá (13), el de Vicuña (1), el de La Unión (6), el de Maullín (0), el de Río Negro (0), el de Chile Chico (11), el de Cochrane (8) y el de Porvenir (6). En contraste, el Centro de Detención Preventiva Santiago Sur (ex Penitenciaría) acumula la más alta población penal: 5.104 reos.

Por regiones, la Metropolitana bate los récords, con 16.182 reclusos. Le sigue Valparaíso con 5.117. Al contrario, las regiones con menos presos en todo el país son, lejos, Aysén y Magallanes. Ahí los vigilantes superan, en número, con creces a los vigilados (ver infografía).

Juan Carlos Orellana, el presidente de la Asociación Nacional de Funcionarios Penitenciarios, señala que hay varios factores que influyen en que haya más funcionarios que internos en las regiones XI y XII. Dentro de este reportaje, se le consultó sobre la situación que se vive en estos recintos penitenciarios.

-Uno es que en el último tiempo ha habido un aumento de beneficios a los internos privados de libertad, ya sea con las salidas dominicales o la condicional. Otra segunda, que también nos preocupa, es la mala política de distribución del personal por parte de la Dirección Nacional de Gendarmería. Otro factor es que, lamentablemente, haya uno, dos o tres internos (presos), siempre se cubren los mismos puestos.

-¿Cómo?

-Por ejemplo, en Magallanes hay que cubrir cuatro garitas normalmente, independientemente del número de reos. Tiene que haber un encargado del rancho, un funcionario para atender la bodega, un área administrativa para estadística y clasificación, y el área técnica. Por otro lado, tiene que haber un alcaide, un jefe operativo, un oficial de guardia, un suboficial de guardia, un comandante de guardia y obviamente los centinelas que van a cubrir 4 garitas, que hacen turno por 4 horas y son relevados por otro turno y luego hay un tercer relevo, durante una jornada.

En penal de Antofagasta van 5 homicidios este año

Y el otro problema que tienen, señala el presidente de los funcionarios penitenciarios, "es que para subsanar la escasa población penal en las regiones extremas se debieran fusionar dos cárceles en una".

-¿Y por qué no las fusionan?

-Eso debiera ser. Pero el problema que tienen el Ministerio de Justicia y Gendarmería es que se oponen los familiares de los internos, por el desarraigo de los que no serían de la región.

-También se sospecha que influyen las asignaciones de zona 

-Efectivamente, una de las razones es que el porcentaje de asignación de zona en Aysén y Magallanes es bastante alto en relación con lo que se paga en otras regiones. Por ejemplo, allá es un 105% y en Tarapacá es un 56%.

Cuenta que la mayoría de los funcionarios es de las regiones VII, VIII y IX. Y, al contrario, desde la II Región hacia el norte la población no postula a Gendarmería de Chile, porque les pagan mejor en las mineras. Además, indica, la Región de Antofagasta es una de las más caras del país. "Ahí, el sueldo de un gendarme no alcanza para vivir. Por ejemplo, el funcionario gana 500 mil pesos y una pieza le cuesta 200 mil y una casa 350 mil o 400 mil. No es beneficioso para ellos, a menos que el Ministerio de Justicia y Gendarmería dieran un subsidio de arriendo en esa zona y en otras donde la vivienda es muy cara".

-Entonces, ¿es un premio irse a Aysén y Magallanes?

-Claro, porque la asignación de zona es mucho mayor con respecto a las otras regiones. Por eso yo hablo de la mala política de distribución del recurso humano. Hay que revisar esto para poder tener una buena política de personal con respecto a cubrir todas las unidades penales, porque hay algunas donde existe mucho personal y en otras es mínimo para cubrir las necesidades.

Afirma que en Antofagasta "hay un grave problema de personal, con gente relativamente joven y muy desarraigada de su familia porque es del sur. En una salida, no alcanzan a ir a ver a su familia y volver. Aparte que los consumos básicos son sumamente caros. Entonces, el sueldo no les da. Ahí Gendarmería tiene que preocuparse de la habitabilidad del personal".

Juan Carlos Orellana vive en Iquique y trabaja en el complejo penitenciario de Alto Hospicio. Cuenta que ahí hay 2.100 internos, prácticamente 500 por sobre la dotación penal que corresponde. "En lo que va de 2015, aquí han ocurrido cinco asesinatos al interior del complejo, durante riñas; pendencias entre los mismos internos. El miércoles en la mañana hubo una riña en el módulo 49, que son internos que tienen un cierto grado de peligrosidad. Uno falleció de una estocada en el pecho".