El duro calvario de la mujer que fue golpeada por su hijo y que terminó con su casa quemada

15 Enero 2017

Vecinas aportaron con duros antecedentes de episodios pasados entre la víctima y su hijo.

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El incendio que la madrugada del día viernes destruyó una vivienda de la Población Santos Mardones, terminó dejando al descubierto un drama humano y el calvario que por años venía padeciendo una octogenaria mujer.

Con una denuncia por golpes otorgados por su propio hijo y con una casa totalmente quemada e inhabitable, Juana Osorio ha enfrentado unos días muy amargos para ella.

Cabe recordar que en la casa incendiada por su propio hijo, este último tenía prohibición de acercarse a su madre por hechos de violencia efectuados anteriormente. 

El viernes en la madrugada, el día del incendio, Héctor Sándoval, el autor del siniestro, violó esa prohibición y no sólo entró a la fuerza a la humilde vivienda, sino también golpeó a su madre y le quemó la casa. 

Frente a esto, quedó al descubierto el horrible drama que vivía esta octagenaria mujer. Sin mayores muestras de arrepentimiento, Héctor fue enviado a prisión preventiva mientras dure la investigación, pero la verdad es que Juana Osorio aún está intranquila. 

Para los vecinos de "la Juanita" como la llaman afectuosamente, ha sido mucho el sufrimiento de la víctima y confesaro horribles episodios vividos por esta situación. 

Según consigna El Pingüino, María Bustamante Legües, vecina colindante y amiga de hace más de cuarenta años de la mujer, “el hijo una vez la dejó durmiendo afuera, toda una noche, con sus dos perros, los cuales ahora murieron atrapados en el incendio. Un día llegó llorando a mi casa diciendo que su hijo la había agarrado del cuello y que la quería ahorcar. Pero lo más fuerte fue cuando llegó pidiendo ayuda con su ropa rasgada, diciendo que su hijo había intentado violarla. Muchas veces llamamos a Carabineros. Llegó Investigaciones y se llevaron al hijo, pero luego lo dejaron libre. Ellos nos decían que no podían hacer nada más”, concluyó tajantemente la amiga de la víctima. 

Por otro lado, al mismo medio Yolanda Maureira Alvarado, otra vecina del sector, declara que en varias ocasiones le prestó ayuda a la anciana. “Ella vivía de lo que sacaba de su pensión. Nosotros siempre le ayudábamos a comprar sus cositas, entre eso su caja de pollo, pero su hijo le vivía robando. Él escondía en la calle, entre medio del pasto, algunos pollos que le robaba a su madre para luego venderlos y así poder seguir bebiendo. Su hijo siempre tomaba y cuando ella no le daba dinero, él le pegaba. Varias veces el “Tito” como le decimos nosotros, intentó hacerle cosas a su madre e incluso hasta de violarla. Yo no entiendo cómo la justicia nunca hizo algo definitivo, porque él estaba en la cárcel por tres meses y luego salía, y cuando volvía a su casa, siempre amenazaba o le hacía algo a su madre”, finalizó.

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