Los polémicos 10 minutos del Arzobispo Ezzati con Karadima en Navidad

26 Diciembre 2011

Aunque la condena del Vaticano le exige a Karadima retirarse a una vida de oración y reflexión y la imposibilidad de realizar cualquier ceremonia, no impide que pueda salir a la calle.

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Poco más de diez minutos estuvo el arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, en el convento de las Siervas de Jesús de la Caridad, en la comuna de Providencia, para reunirse con el cuestionado sacerdote Fernando Karadima, tiempo suficiente para que su visita generara airadas reacciones en quienes fueron víctimas del ex párroco de la iglesia de El Bosque y cuestionaran su actuar en el marco de la impunidad que la justicia civil consagró respecto a sus crímenes, basándose fundamentalmente en consideraciones técnicas.

Hechos a los cuales se suma además el reconocimiento de que Karadima, quien se encuentra cumpliendo un régimen de penitencia y oración en el convento de las religiosas por las sanciones que sí pudo imponerle la justicia canónica, se encontraría en condiciones de circular libremente.

La visita de Ezzati generó inmediata molestia entre quienes dieron la cara ante la luz pública para entregar su testimonio de abuso por parte de Fernando Karadima. En entrevista a un canal de televisión, uno de ellos, Juan Carlos Cruz, criticó a Ezzati por haberlo visitado en víspera de Navidad, acusando que por otra parte no tuviese el mismo gesto hacia quienes fueron sus víctimas, algo que más tarde Ezzati descartó.

Cruz también denunció al arzobispo de integrar una red de protección de Karadima, a la cual pertenecerían también su antecesor,  monseñor Francisco Javier Errázuriz, y los sacerdotes más cercanos al ex párroco en la Iglesia de El Bosque.

Aunque después de la visita Ezzati no quiso conversar con los medios de comunicación, al término de la tradicional misa del Gallo en la catedral metropolitana, la autoridad religiosa negó las imputaciones y justificó su encuentro con Karadima afirmando que actuó con sentido de cristiandad, como corresponde a “un buen pastor”.

“Un delito es siempre un delito aunque a quienes lo cometan se les deba tratar también con misericordia. El  buen pastor tiene que cargar sobre sus hombros también a la oveja perdida y eso es lo que he tratado de hacer”, dijo la autoridad eclesiástica.

Respecto a las denuncias de que el ex párroco habría salido en varias ocasiones del convento en que se encuentra, el arzobispo de Santiago resaltó que más allá de la veracidad de las imputaciones, cabría destacar que Karadima apenas ha abandonado el lugar que le fue impuesto por la propia iglesia para cumplir su sentencia.

“El padre Karadima salió en cuatro ocasiones durante un año: una vez llamado por la ministra en visita a dar sus declaraciones y tres veces para ir al dentista. El testimonio que tengo de las hermanas que lo cuidan es que nunca ha dejado el convento por más de dos horas y media”, precisó Ezzati.

Asimismo, concluyó que aunque la condena del Vaticano le exige a Karadima retirarse a una vida de oración y reflexión y la imposibilidad de realizar cualquier ceremonia, no impide que pueda salir a la calle.

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