Más de 40 asociaciones sindicales a lo largo de Chile —incluida la Unión Magallánica de Trabajadores— presentaron el martes una declaración con su rechazo a la reforma laboral presentada por el Gobierno. Las críticas al proyecto se centran en las restricciones a la negociación colectiva, la criminalización del derecho a huelga y el poco espacio que se la ha dado a los sindicatos para contribuir en el desarrollo de este proyecto de ley.

Además de los dirigentes sindicales, varios académicos de derecho laboral, así como los diputados Giorgio Jackson y Gabriel Boric apoyaron la declaración. Fue Boric quien entregó el documento a la Comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados, el mismo día en que se votaba el proyecto. 

En Magallanes, Jessica Bengoa, presidenta de la ANEF, jugó un rol clave para incorporar a los gremios de la región. Según la dirigente sindical, "esta es una reforma que se ha presentado como un gran avance para los trabajadores, pero en realidad está hecha a la medida de los empresarios. En Magallanes hay bastante unidad sobre el rechazo y en los próximos días convocaremos a un ampliado sindical con todos los gremios de la zona para discutir éste y otros temas relevantes en materia sindical, como la obtención del ansiado sueldo mínimo regionalizado en el marco de las leyes de excepción y el plan de zonas extremas".

El proyecto finalmente fue votado en la comisión y aprobado por 7 votos contra 6. En las próximas semanas deberá ser votado en la sala de la Cámara.