Manuel García en Movistar Arena: El todo es más que la suma de sus Manueles

31 Agosto 2014

La cúpula se transformó en un living gigante donde hubo espacio para compartir su amplio repertorio de trova, pop, rock y folclor. Y estuvieron presentes desde "La Familia Libélula" hasta "La Comunidad de los Manueles". Una genuina expresión de lo que es, un ser di-verso.

Cristian Mena A... >
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"Gracias por convertir estas canciones en rituales, sino no existirían estas nuevas", señala Manuel García tras cantar "Pañuelí" en la mitad de su concierto de lanzamiento del disco "Retrato Iluminado" en el Movistar Arena ante más de 8 mil personas que flamearon sus pañuelos y bufandas en aquel momento. Una frase decidora para la cita de 2 horas y 50 minutos donde recorrió 34 canciones, porque más que una presentación fue un encuentro de intimidad colectiva. La cúpula se transformó en un living gigante donde hubo espacio para compartir su amplio repertorio de trova, pop, rock y folclor. Una genuina expresión de lo que es, un ser di-verso.

Con los músicos "emperifollados" para la ocasión, con trajes propios de un "Retrato Iluminado", el escenario se convirtió en un cuadro vivo, de esos que la familia cuelga orgullosa para recordar lo mejor de lo nuestro. Así, a la banda habitual, se sumó el virtuosismo de Ángel Parra hijo (ex guitarrista de Los Tres), quien con su sello la versión de la "La Gran Capital" bien pudo llamarse "He barrido El provinciano de Babel".

Las emociones brotaron en diversos momentos de la noche del viernes 29 de agosto, marcados con versos por el actor y cuequero Daniel Muñoz (Juan Herrera en Los 80), quien ofició de maestro de ceremonia a punta de versos. Y así fueron apareciendo los diversos "Manueles":

El Manuel elegante para mostrar por primera vez en directo sus nuevas canciones como "La aguja" y "La luz";

El Manuel íntimo para nublarnos los ojos al interpretar la sentida "Hablar de ti", al convertir "El viejo comunista" en un acto de fe, al conectar el dolor y la esperanza con "Los colores" -poncho puesto y Wiphala en mano-;

El Manuel orgulloso para cantar con su padre "El Negro Manuel" y otorgarle un espacio para que cantar un huayno desde lo más profundo del norte y del corazón ("Perdonaría cualquier ofensa / pero olvidarte jamás, jamás").

El Manuel nostálgico para recordar a Violeta Parra y Víctor Jara (versionándolo con "Mis manos son lo único que tengo");

El Manuel generoso para invitar a sus amigos al escenario, como Ismael Oddó de Quilapayún, Danilo Donoso de Inti Illimani Histórico, Javiera Parra, entre otros... sólo faltó Ángel Parra padre, quien es co-protagonista en varias de las nuevas creaciones;

El Manuel lúdico para bromear con el público entre canciones y recordar en "Reproche" que bailaran en pareja para verse después en el DVD que se estaba registrando y posteriormente cobraran sus "derechos de imagen".

Fue una linda reunión. Estuvo "La Familia Libélula", de la que bien forma parte esa madre que mecía a su guagua durante el set rockero con canciones de Acuario. Y también "La Comunidad de los Manueles", esos cabros y cabras que vinieron de varias regiones para este bautizo. Ellos y ellas son la muestra de que la incursión en diferentes estilos y temáticas es capaz de atravesar generaciones, coronadas por esa pareja de abuelitos que disfrutaron el show de este joven tan re habiloso, chal sobre las piernas.

Aquí está la riqueza de Manuel García, porque el todo es más que la suma de sus Manueles. Sí, las canciones efectivamente pueden ser rituales.

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