El camino de Chile para no regresar a La Haya

El camino de Chile para no regresar a La Haya

13 Febrero 2014

Las relaciones entre los Gobiernos de Chile y Bolivia no pasan por un buen momento, considerando la demanda interpuesta por el país altiplánico, así como el tono de las declaraciones entre las autoridades de ambos países.

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El 24 de abril de 2013 el gobierno de Bolivia presentó una demanda contra Chile ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya con el objetivo de obligar a una negociación sobre la reivindicación de ese país para recuperar su salida al océano Pacífico.

A casi diez meses de esa acción, las relaciones entre ambos países no son las mejores, con autoridades de ambos Gobiernos intercambiando declaraciones que para nada ayudan a generar instancias de diálogo.

De hecho, mientras el Presidente Sebastián Piñera aseguró que la demanda boliviana no tiene ningún destino, la ministra de Comunicaciones de Bolivia, Amanda Dávila, declaró a la radio estatal de ese país que si Chile se retira del Pacto de Bogotá será para evadir una responsabilidad histórica que tiene con el país altiplánico. Todo esto, a propósito de la cuestionada salida soberana al mar que reclama el Gobierno del Presidente Evo Morales.

A partir del estado de relaciones entre estos países vecinos, ¿qué se requiere para superar las diferencias y acercar ambas posturas?

Para la analista Paz Milet, académica del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile, se trata de un buen momento para comenzar a construir puentes y trabajar de manera conjunta, donde ambos países identifiquen los temas de la relación bilateral desde el presente y según la realidad de cada uno de ellos.

Por ello, el diálogo debe ser la prioridad, tal como lo explicó la analista internacional, recordando que “Chile y Bolivia estuvieron involucrados en el proceso de la agenda de los trece puntos, por lo que de alguna manera reflotar esa agenda sería un objetivo importante. Pero lo central es la voluntad política de ambos Gobiernos y cómo trabajar en esa línea, privilegiando el diálogo”.

Además, la académica aclaró que si bien “en el marco de la agenda de los trece puntos estaba la facilitación de un acceso al mar, el tema de incorporar la obligación de ceder soberanía no puede imponerse unilateralmente”.

El próximo 17 de abril vence el plazo para que el Gobierno de Bolivia presente ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya la memoria con los argumentos jurídicos e históricos que avalan su demanda, en base al no cumplimiento de acuerdos derivados del Tratado de 1904 y a las expectativas respecto del diálogo con Chile en instancias anteriores, camino que según la académica Paz Milet en ningún caso es el más adecuado para las autoridades chilenas.

En esa misma línea, el analista político internacional Guillermo Holzmann aludió a la necesidad de una mayor cercanía entre los países de la región, afirmando que entre Chile y Bolivia cualquier tipo de relación o espacio de convergencia se encuentra supeditado a lo que diga cada jefe de Estado, careciendo de estructuras que aseguren la continuidad del diálogo y los niveles de confianza necesarios para avanzar.

En ese contexto, el experto expresó que “los escenarios asociados a la agenda de los trece puntos están agotados, están superados por la realidad y por la dinámica, y en esa perspectiva eso requiere rearmar y reconstruir una propuesta de diálogo que sería el inicio fundamental para poder empezar a trabajar”.

El propio Holzmann proyectó que “probablemente dentro de esa propuesta de diálogo una condición necesaria para que esto tenga un resultado y sea permanente en el tiempo, pensando que el diálogo con Bolivia no se va a resolver de inmediato ni avanzará a pasos agigantados o con demasiada celeridad, es que ambos países tengan una relación a nivel de embajadores como corresponde”.

Si bien en este momento las relaciones están congeladas, más allá de las declaraciones a través de la prensa, según el analista no existe una posición oficial en ambos casos, por lo que el futuro Gobierno de Michelle Bachelet deberá definir una política de Estado dentro de la política exterior de Chile, consensuada con los distintos actores políticos.

Es así como la posibilidad de reconstruir una instancia de diálogo con Bolivia representa un escenario fundamental para distintos sectores de la política nacional, tal como lo confirmó la diputada PPD María Antonieta Saa, integrante de la comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara Baja.

La parlamentaria, junto con asegurar que sería un error participar nuevamente en la Corte Internacional de Justicia de la Haya, manifestó su optimismo de que durante el próximo mandato de la Presidenta electa se generen acercamientos entre los países vecinos.

“El Gobierno de Michelle Bachelet tendrá la consistencia necesaria y la capacidad de desarrollar el diálogo con profundidad, prudencia y respeto, como deben ser los diálogos. En América Latina es otra la posición que tendrá Chile con Michelle Bachelet a la cabeza”, aseveró la diputada.

Sin embargo, la parlamentaria advirtió que “el tema con Bolivia es que ellos tienen dentro de su Constitución el tema de la recuperación marítima como un mandato, por lo que además de la agenda de los trece puntos se deben buscar también otros caminos”.

La agenda de los trece puntos definida entre los Gobiernos de Chile y Bolivia en julio de 2010, considera temas como la confianza mutua; integración física y fronteriza; libre tránsito; complementación económica; recursos hídricos; instrumentos de lucha contra la pobreza, seguridad y defensa; control del tráfico ilícito de drogas; educación, ciencia y tecnología; intercambio cultural; y el aludido punto seis que se relaciona con el tema marítimo.