El ministro de fuero Juan Manuel Muñoz rechazó interrogar al cardenal Francisco Javier Errázuriz en el marco de la demanda civil interpuesta contra el Arzobispado de Santiago por José Andrés Murillo, James Hamilton y Juan Carlos Cruz, tres de las víctimas de Fernando Karadima.

A juicio de los demandantes, los obispos de la institución religiosa tuvieron conocimiento por años de los abusos cometidos por el ex párroco, pero nunca hicieron nada para detenerlos o para sancionar a los responsables. Ante la nula voluntad de la Iglesia por llegar a un acuerdo reparatorio sin pasar por tribunales, las víctimas demandan una indemnización económica por los perjuicios sufridos.

“Pese a recibir nuestras denuncias y el informe del padre Eliseo Escudero, el Arzobispado de Santiago no adoptó medida alguna tendiente a evitar que los hechos denunciados se siguieran cometiendo o bien tomar medidas disciplinarias en contra del párroco en cuestión, el cual siguió ejerciendo el sacerdocio a lo menos cinco años después de efectuada la denuncia. Esto refleja la desprolijidad y falta de importancia con que fue tratado el tema, pese su gravedad”, acusó Juan Pablo Hermosilla, abogado de los demandantes.

Murillo, Hamilton y Cruz iniciaron además una petición en internet para intentar evitar la participación de Errázuriz en el cónclave, calificándolo como un “encubridor de pederastas” y apelando a su escasa “calidad moral”, la que lo imposibilitaría de elegir al nuevo representante de la iglesia católica.

El cardenal consideró “injusta” aquella campaña y fue apoyado por el arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati. Errázuriz se encuentra en el Vaticano, participando de la primera jornada del cónclave papal.