La familia y la pareja : ser, más que parecer

22 Abril 2012

Me causa profunda extrañeza, por decir lo menos, leer en algunos medios, los resultados de sondeos realizados a la ciudadanía por entidades de diversa índole, destacando entre sus resultados que el chileno "valora" mucho la familia.

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La pregunta es válida porque con los altísimos índices de divorcialidad que registramos en el país, la enorme cantidad de demandas de separaciones legales presentadas en los últimos años en el Poder Judicial y las principales razones que motivan la ruptura de la pareja y desmembramiento de la familia, correspondientes a infidelidades, agresiones domésticas y problemas económicos , todas demandas  incrementándose año tras año, uno no puede más que concluir, con tales pruebas irrefutables, que la sociedad chilena no valora la familia como se afirma y se cree.

Si las encuestas están bien hechas y las preguntas bien elaboradas, ¿cómo podemos asegurar los chilenos que valoramos tanto a la familia si más de la mitad de la mujeres en Chile han sido violentadas por su pareja y 7 de cada 10 niños han sufrido algun maltrato por parte de sus padres ?

¿ A eso le llaman "valorar" a la familia? Cachetear, patear en el suelo, insultar, y tantas otras agresiones a la pareja y a los pequeños.

Porque si uno analiza las estadísticas del Registro Civil y especialmente las del Poder Judicial, y compara los matrimonios celebrados respecto a la cantidad impresionante de ingreso de demandas de separaciones legales al Poder Judicial, estamos hablando de una relación de 9 separaciones legales presentadas por cada 10 matrimonios contraídos ! Si a esas cifras le sumamos las cientos de miles de demandas por pensión de alimentos, de causas de agresiones físicas y sicológicas en el hogar, de tuición, de derecho de visitas a los hijos, de disputas por herencias, de un número de separaciones de hecho que duplica la de divorcios, la reflexión nos lleva a pensar que en esto de que el chileno "valora" a la familia, hay sencillamente un doble discurso.

Seamos francos. Entre lo que se dice que se siente por "la familia"  y lo que verdaderamente demostramos al respecto, hay un mundo de diferencia ! Nos delatan tales pruebas, cifras, denuncias, demandas. No pocas. Cientos de miles.

Por el contrario, los divorcios por desamor, son cada vez más escasos. Según estadísticas de Separadosdechile.cl, apenas el 2% de los separados de hecho se divorcia por haberse extinguido la llama del amor. No hay infidelidades que reprochar, tampoco agresiones ni crisis económica que culpar. Son los divorcios que se caracterizan por las caras tristes de la pareja y familiares al salir de las audiencias. Se percibe que hubo auténtico amor y simplemente se acabó en algun momento. Hay preocupación de parte de las madres de que los hijos sigan viendo al padre regularmente. No hay caras enojadas, ni sonrientes, o alegres ni serias , como sí se observan en otro tipo de divorcios. En los divorcios por desamor, se nota que había y hay preocupación por la familia que queda desmembrada.

De los casados, ¿qué quiere que le diga? La infidelidad es parte del ADN del chileno. Diversas encuestas de universidades, empresas dedicadas a sondeos y de Separadosdechile.cl dan cuenta que los chilenos somos infieles por naturaleza y muchos casados y casadas han sido infieles en su vida matrimonial. A los chilenos no nos gusta estar solos, nos atrae más la vida en pareja, pero parece que nos nos basta estar con una sola pareja. Porque el adulterio no tiene nada que ver con respeto, con valorar a nuestra pareja, a nuestra familia. Por el contrario, la infidelidad es un antivalor, por tanto ¿cómo podemos afirmar tan descaradamente que valoramos la familia si las cifras delatan que, en términos estadísticos, son muchos más los chilenos que gorrean a su pareja o la maltratan, que los que se portan bien, demostrando valorar a su media naranja ?  Por eso me desconcierta que se repita tanto que los chilenos valoramos la familia. No, no es así. Una cosa es que lo que decimos, otra es lo que hacemos.

Hay que "ser" más que "parecer".