La necesidad de un plan regional diferenciado en Aysén

Han resultado terriblemente agotadoras las últimas tres semanas para Aysén y sus habitantes, solo para lograr sentarse a conversar con el gobierno y de lograr hacer entender al mundo político, que el Movimiento Social por Aysén no responde a intereses políticos con segundas “malvadas intenciones” y que este movimiento solo responde a una necesidad real de los habitantes, por mejorar sus condiciones de vida. Además fundamentalmente es un llamado de atención al gobierno, de que las regiones se merecen y necesitan fundamentalmente respeto y un mejor trato en la manera de administrar el país como un todo. Que el fundamento administrativo actual en la forma de hacer desarrollo y progreso ha cambiado sustancialmente. Gobernar hoy no es un acto de suficiencia centralista y si un proceso de descentralización con respeto de una necesidad casi inmediata de un plan regional diferenciado, que permita a las regiones ver la luz al final del túnel.

Aunque se diga en Santiago más que nada por desconocimiento, que Aysén es una región de baja densidad poblacional y que es la que menos cesantía tiene. Bajo los parámetros ayseninos no es así y en los últimos años ha llegado un importante contingente de personas de todas las actividades, tanto profesionales como obreros, a vivir a la región por razones de trabajo, que ha elevado de manera importante la densidad de los habitantes. Que luego por razones de toda índole, sobre todo influenciados por la belleza de la región, la calidad de vida que encuentran en el trato y los altos sueldos que reciben los empleados fiscales por asignación de zona, se quedan a vivir definitivamente. Esto es fácil de observar por la gran cantidad de poblaciones habitacionales nuevas que se han construido y el actual auge de la construcción que se vive en Aysén, sobre todo en Puerto Aysén y Coyhaique, los dos grandes centros urbanos de la región, que demuestran que aunque somos una región comparativamente con una baja densidad poblacional, eso esta cambiando sustancialmente y se tiene que planificar el desarrollo de Aysén de acuerdo con sus propios parámetros, que permitan implementar y energizar el plus regional, que esta basado en sus recursos naturales y su medio ambiente. Todo lo que no respete ese fundamento básico de sustentación formal de Aysén, atenta y destruye el futuro de Aysén de forma inapelable y esto es aplicable para todas las demás regiones.

En el mundo rural de Aysén ocurre lo mismo. Existe hoy mucha inversión privada en todo orden de cosas, con grandes inversiones en turismo y estructuras básicas en las localidades y el cambio del mundo rural tanto en el norte y sur de la región, ha sido en los últimos años de importante valía con inversiones de alto vuelo en infraestructura. Demostrando a cualquier conocedor de Aysén, que si somos tratados con respeto y sabiduría, Aysén es el territorio del futuro en franca asencion. Para que ello se logre, necesitamos que la planificación del desarrollo interno, se ejecute de forma ordenada y por sobre todo bajo el prisma de la significancia de la región como reserva de vida y lo que representa como reserva de vida en Chile, en total comunión con la cultura originaria y la forma de hacer que tenemos, sustentados en nuestra diversidad cultural, que marca nuestra diferenciación ante Chile y el mundo y nos hace tan especiales, que es lo que básicamente nos permitirá un futuro esplendor y que además seamos un modelo a seguir en la forma en como se deben hacer las cosas a nivel regional.

Siempre me ha quedado en la retina la frase del señor Daniel Fernández, vicepresidente ejecutivo de HidroAysén que demuestra cabalmente esa falta de entendimiento de la realidad aysenina. En un debate público hace unos cuantos meses en Coyhaique, organizado por la Multi-gremial, con la intención de informar a la población del tema HidroAysén, que es de una relevancia trascendental para el formato de desarrollo. Donde el señor Fernández demostró en la practica la falta de entendimiento de lo que significa Aysén y lo déspotas que suelen ser los Santiaguinos y las empresas transnacionales en su forma de ver las regiones, que durante todo el debate este señor uso como muletilla para intentar vender su producto la frase “Aysén se merece el mismo desarrollo de Santiago”. Es en este punto de inflexión, donde existe la gran equivocación de siempre de los gobiernos, de los empresarios y de las personas de fuera de la región, de la forma en como ven a Aysén y de las posibles políticas de desarrollo que deberían ser implementad. En Aysén nunca hemos querido parecernos a Santiago en lo más mínimo, -todo lo contrario-; buscar en nuestra diferenciación nuestro propio camino. Esa falta de entendimiento es lo que ha permitido la actual crisis y el Movimiento Social en Aysén.

Hoy existe a nivel nacional en las regiones un inconformismo profundo por como se están implementando los planes de desarrollo y se tiene la claridad absoluta de las importantes debilidades del modelo actual en relación con el mundo regional. De la necesidad real de poder aplicar planes diferenciados de desarrollo, que sin duda necesitan ser implementados de acuerdo con la realidad propia de cada una de las regiones y por sobre todo, de acuerdo con la proyección que tienen los habitantes y de las verdaderas potencialidades del territorio.  No como ha venido ocurriendo hasta los días de hoy, donde se han estado aplican modelos estratégicos traídos del centro del país, que no se relacionan en lo más mínimo con la realidad regional.

El movimiento Social por Aysén fuera de los 11 puntos en carpeta, lo que persigue realmente en representación de todos los ayseninos en el trasfondo de la visión regionalista que representa, es el cambio del modelo de desarrollo de Aysén. Más de acuerdo con los objetivos de la región, con el respeto por las personas, su calidad de vida, sus intereses propios, del medio ambiente y su calidad escénica. Ítems de importancia vital si se quiere fundamentar de manera adecuada las bases del desarrollo con proyección. Respetándose estos tres puntos que son vitales y relevantes, con el entendiendo cabal de las diferenciaciones, se tiene garantizado el poder desarrollar Aysén y las otras regiones como un todo, de una forma adecuada y global, que nos permitirá un desarrollo sustentable. 

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