Debido a las nuevas normativas impuestas por la administración del Complejo Penitenciario de Punta Arenas, que apuntan a restricciones al ingreso de alimentos y entrega de productos de higiene personal, al menos 260 reclusos iniciaron una huelga de hambre al interior del recinto, la mañana del sábado 6 de enero recién pasado.

Según se recoge en La Prensa Austral, el suboficial de Gendarmería Ronald Zúñiga señalo que “están tratando de restringir el tema de la alimentación y lo que son los utensilios de higiene personal acá en esta región, lo que no se había dado nunca y todo se realizaba de forma amigable con la población penal”.

El funcionario de la institución detalló, además, que la jornada del sábado los reos no aceptaron desayuno, almuerzo ni cena, y manifestó que “ésta es una zona extrema y hay medidas que se pueden flexibilizar solamente teniendo la voluntad y el compromiso de que no vamos a tener problemas con la población”.

Zúñiga fue más allá y dijo que este tipo de instrucciones “lo único que hace es que a nosotros como funcionarios de la guardia interna nos complique y preocupe porque somos los que estamos día a día dándole la cara a la población penal”.

“Nuestra misión es estar ahí para poder rehabilitar y ayudar a los internos, por lo que con este tipo de medidas se echan a perder las relaciones humanas que tenemos con ellos”, argumentó.