Opinión: Urgencia 2020: carrera docente

22 Septiembre 2013

Estos días se discute en el Congreso un proyecto de ley crucial: el sistema de promoción y desarrollo profesional docente inicial.

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*Por Mario Waissbluth, publicada en Educación 2020.

En estos días se discute en el Congreso un proyecto de ley crucial: el sistema de promoción y desarrollo profesional docente inicial. Está escrito en todos los informes internacionales: los mejores sistemas educativos del mundo son aquellos capaces de captar, formar y retener a los mejores egresados de la enseñanza media para la profesión docente. Cada año en que esto deja de ocurrir, es otro año perdido para el futuro de los escolares y el país. Cada año que ingresa un nuevo profesor carente de competencias a las aulas, se generan daños irreversibles.

A inicios del 2012 el gobierno envió al Congreso un proyecto de ley de carrera docente francamente funesto. En suma, preso de sus propias ansias ideológicas privatizadoras, aquel proyecto generaba condiciones financieras que favorecían grotescamente al sector particular subvencionado frente al municipal.

La nueva ministra Schmidt tuvo el buen tino y capacidad de diálogo como para elaborar un proyecto de ley “corta”, en todos aquellos aspectos que pudieran suscitar consenso, sobre este tema que es sin duda una de las principales reformas educativas. Esta nueva versión no abarca todas las materias relacionadas con la remuneración, condiciones laborales e incentivos de los profesores públicos y privados actualmente en ejercicio, pero apunta en la dirección correcta y debe, con los perfeccionamientos adecuados, aprobarse a la brevedad posible.

Los grandes méritos de la propuesta

En primer lugar el proyecto, correctamente, no hace distinción en su aplicabilidad al sector particular subvencionado por el Estado y el municipal,  por lo que levanta la principal restricción respecto a la versión anterior. En lo fundamental, el proyecto establece:

a)      Requisitos mínimos para ingresar a estudiar pedagogía. Son todavía “pobres pero honrados”, pero es ciertamente un avance respecto al total libertinaje actual, que ha fomentado la proliferación de una población de estudiantes de pedagogía que es el triple de la necesaria. Ellos están siendo engañados y endeudados, como lo demuestran los patéticos resultados de la última encuesta nacional de alfabetización de adultos y los resultados de la prueba INICIA.

b)      Para ejercer la docencia en la educación subvencionada por el Estado, pública y privada, este proyecto hace obligatorio un Examen Inicial de Conocimiento y Habilidades Docentes, lo que va más allá de la voluntaria prueba INICIA y, aunque todavía no está definido con precisión, agrega la crucial palabra “habilidades”. Un buen profesor no es sólo alguien capaz de llenar con circulitos la hoja de preguntas de un test estandarizado.

c)       Otorga importantes incentivos monetarios por 4 años a los mejores profesores que estén ingresando a ejercer la carrera docente en el sector subvencionado, entregando así una potente señal a los egresados de enseñanza media. Ahora no sólo contarán con becas para estudiar pedagogía, sino que verán un futuro laboral mucho más promisorio.

d)      Reduce de 75% a 70% la intolerable proporción de horas-aula para todos los profesores, nuevos y antiguos. Si bien esta es una gota de agua en el mar (en los países avanzados esta proporción está en 60% o 50%), es un avance, y para lograr más que eso los ingentes recursos financieros requeridos deberán financiarse con… una obvia reforma tributaria. Establece además la potestad de la Superintendencia para vigilar que estas condiciones laborales se cumplan efectivamente, pues hasta ahora ni eso se cumple. Muchos profesores hacen de facto 100% de horas-aula, salvo los recreos y el almuerzo.

e)      Asimismo, se establece la obligación de que el sostenedor utilice verdaderamente los recursos destinados a incentivos en los profesores, y permite a la Superintendencia vigilar esta situación, evitando el desvío de recursos a otros propósitos confesables o inconfesables.

f)       Aumenta significativamente los montos del incentivo de Asignación de Excelencia Pedagógica (AEP), que hoy se asigna a los profesores que rinden satisfactoriamente un examen de conocimientos y aprueban además un portafolio. Al ser aplicable a los nuevos profesores una vez cumplidos cuatro años de profesión, estos podrán tener continuidad en sus remuneraciones. Potente señal.

g)      Permite a cualquier profesor en la carrera docente actual postular a estos incrementos de remuneración, bastando para ello aprobar los requisitos de la AEP, lo cual es una ventaja indudable en materia de equidad de tratamiento de los nuevos respecto a los antiguos profesores.

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