Por qué es bueno que niños y niñas asistan al jardín infantil

Por qué es bueno que niños y niñas asistan al jardín infantil

29 Julio 2013

En el jardín infantil niños y niñas no sólo aprenden a vivir con otros, sino que especialmente a compartir con ellos, cuestión que por cierto no es nada fácil a los 2 a 4 años, cuando están comenzando a reafirmar su identidad y una posición en el mundo.

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Columna de Claudia Saavedra Norambuena, Trabajadora Social. Magíster en Políticas Públicas, Infancia y Familia (UDP). Mamá de Amanda y Joaquín. Miembro de Centro de Liderazgo Educativo de Educación 2020.

Acciones como levantar la mano para opinar o preguntar, compartir y jugar con otros niños, tolerar la frustración, esperar el turno, respetar lo que otros piensan y ofrecerse para ayudar en alguna actividad, pueden resultarnos extremadamente simples, pero todas requieren de un aprendizaje que obtuvimos siendo pequeños y que impactarán durante toda nuestra vida adulta.

A lo largo de su desarrollo, niños y niñas tienen distintas necesidades. Durante los primeros dos años de vida, estas necesidades están vinculadas especialmente a la contención y regulación emocional que la madre, padre o cuidador/a puedan transmitirle en sus acciones cotidianas, complementando el gusto por la exploración con la provisión de seguridad emocional que el niño/a requiere para salir a conocer el mundo con confianza. Es esa salida a conocer el resto del mundo, la que se inicia con la asistencia a un jardín infantil, la que nos preocupa a madres y padres y nos cuestionamos sobre las personas que conocerá, si lo tratarán bien y si podrá estar solo o sola ese tiempo sin nosotros. Es cierto, al principio le costará, pero ¡lo logrará!

A medida que niños y niñas crecen van ampliando espontáneamente su espacio de indagación y conocimiento. Especialmente a partir de los 2 años, el juego y la exploración se convertirán en el principal mecanismo de aprendizaje, ayudándole a ampliar sus experiencias y saberes, probando, ensayando, errando y acertando. Es precisamente ese proceso el que gatilla la importancia de complementar y potenciar en otros espacios los aprendizajes que se pueden obtener en casa.

Las neurociencias han demostrado que, si bien el cerebro humano es plástico y aprendemos durante toda la vida, es especialmente durante los primeros años donde las ventanas de oportunidades permiten captar más información y desarrollar decodificaciones que impactarán hasta nuestra vida adulta. De ahí la importancia de contar con un adecuado espacio de estimulación en distintos ámbitos (desarrollo del lenguaje, desarrollo socioemocional, matemático, artístico y visual), haciendo la diferencia en el desarrollo integral de niños y niñas. El espacio y las actividades que se generan en el jardín infantil abren a nuestros hijos múltiples posibilidades de conocimiento presente y futuro.

En el jardín infantil niños y niñas no sólo aprenden a vivir con otros, sino que especialmente a compartir con ellos, cuestión que por cierto no es nada fácil a los 2 a 4 años, cuando están comenzando a reafirmar su identidad y una posición en el mundo. El jardín infantil posibilita que desarrollen la capacidad de convivir con otros y respetarlos. Sin duda un gran aprendizaje.

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