Con el fin de contribuir y mejorar la calidad de vida de un grupo de adultos mayores de escasos recursos y de los vecinos de viviendas colindantes, el Servicio Agrícola y Ganadero de Magallanes efectuó un tratamiento de desinsectación a un domicilio particular ubicado en la ciudad de Punta Arenas.

“Recibimos un correo de alerta por parte del SENAMA, que describía una plaga de baratas o cucarachas que afectaba la vivienda de un grupo de adultos mayores de la ciudad, por lo que coordinamos la visita de un profesional del Servicio, a fin de que buscara una solución paliativa a la situación que afectaba tanto a quienes habitan el lugar como a sus vecinos. Con los antecedentes recibidos, se procedió a la aplicación, por aspersión, de un insecticida especialmente recomendado para el control de insectos”, señaló el director regional de SAG Magallanes, Gerardo Otzen Martinic. 

Por su parte, el encargado regional de protección agrícola y forestal, Ricardo Ruíz, indicó que “la coordinación con la vecina fue fundamental para la correcta aplicación del insecticida, ya que era necesario que el inmueble se encontrara sin moradores”. “El producto aplicado tiene un amplio espectro, un largo efecto residual, y actúa por contacto y por ingestión. Terminada la aplicación, se instruyó no ingresar al recinto al menos por tres días, hasta que el ambiente sea inocuo para las personas que habitan en el lugar y para quienes están colaborando con los ancianos”, puntualizó.

Si bien no se trata de una solución definitiva, puesto que el tratamiento será efectivo sólo en el lugar de aplicación, este es un primer paso -previo a la recomendación dada por el experto-, que implica hacer un diagnóstico inicial de toda el área adyacente para determinar el total de la superficie infestada, y luego implementar medidas de erradicación que no solo considera un tratamiento con un insecticida sino todo un manejo del ambiente circundante.

Cabe señalar, que el producto aplicado tiene un efecto residual, como insecticida pero inocuo para la salud humana, que puede variar entre 15 y 150 días, período que dependerá, principalmente, de las condiciones ambientales.