Chile se abrió al mundo y lo hizo liderando para América Latina una serie de indicadores. Uno de ellos se refiere al uso de celulares: Chile consiguió la más alta penetración de la telefonía móvil en la región, y ella tiene como símbolo al famoso maestro “Aló, Faúndez”, icono de la democratización de la telefonía móvil.

Chile llegó a tener más celulares que habitantes. Sin embargo, una tarea pendiente en el mercado era flexibilizar, ampliar la competencia y fomentar la libre movilidad de los consumidores. Una de las principales “barreras de salida” para éstos era que al cambiarse de compañía, los usuarios perdían inmediatamente el número telefónico. Naturalmente, nadie quiere perder su número de contacto, y esta rigidez del proceso de salida retenía a muchos consumidores atados a ciertas compañías aún cuando el servicio los dejara descontentos.

Se discutieron en el Congreso algunas medidas para flexibilizar el mercado de las telecomunicaciones, siendo la más conocida la “Portabilidad Numérica”. Ésta portabilidad del número significa, en términos simples, que cada usuario pasa a ser dueño de su número telefónico permitiendo que se cambie de compañía sin perder el número que posee.

El 21 de Mayo del 2010, el Presidente Piñera anunció la presentación del proyecto de ley. El proyecto fue aprobado por el Senado y la Cámara de Diputados en tiempo récord, siendo una de las leyes de telecomunicaciones de más rápida tramitación en la última década.

La entrada en vigencia de la ley que hace a los consumidores dueño de su número se desarrollará primero en Arica, con un piloto en Junio o Julio. Luego, en el mes de Septiembre, entrará en vigencia el funcionamiento del sistema en todo Chile.

Este nuevo sistema significará un gran empoderamiento para los ciudadanos, ya que al ser propietarios del número, las empresas tendrán mayores incentivos para cautivar y retener al cliente. Eso obligará a las compañías a mejorar el servicio, a dar mayores beneficios, a mejorar la relación precio/calidad y a estar permanentemente en campaña para retener a sus clientes y seducir a los descontentos de otras compañías.

El comportamiento de los clientes es incierto. Es posible que se produzca una gran movilidad en el mercado. El ciudadano tiene la libertad de elegir y ejercer su movilidad significará finalmente mejorar el servicio.

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