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La SEREMI de Salud, María Isabel Iduya y Director del Servicio de Salud, Jorge Flies, realizaron actividad de difusión de las medidas que se deben tomar para prevenir enfermedades de invierno.

La iniciativa se desarrolló en el Jardín Gabriela Mistral, con la presencia de unos 50 niños. En la actividad la SEREMI les reiteró a las educadoras la importancia de las vacunas W-135 y Anti Influenza, mientras que a los niños les comentó sobre las medidas domésticas para prevenir enfermedades como, lavarse periódicamente las manos.

La SEREMI de Salud fue enfática en llamar a los Grupos Objetivos de las Campañas Anti Influenza y W-135 a vacunarse cuanto antes. 

La autoridad sanitaria comentó sobre la W-135, que los niños menores de dos años que tienen que recibir la segunda dosis, deben concurrir a los establecimientos de salud a vacunarse.

Sobre la influenza, Iduya señaló que el virus puede comenzar a transitar a fines de mayo y podríamos tener un peak los primeros días de junio, lo que produciría un adelanto en la circulación del virus, respeto de los años anteriores. Por esta razón se adelantó el inicio de la Campaña Anti Influenza. La preocupación, respecto del inicio anticipado de influenza, es que los Grupos Objetivos no se vacunen a tiempo. Una persona tardará unos 15 días en quedar protegida, desde que recibe la dosis.

Los Grupos Objetivos de la Campaña Anti Influenza lo integran las embarazadas, a partir de la 13ª semana de gestación; niñas y niños de entre 6 y 23 meses de edad; personas de más de 65 años; enfermos crónicos y todos los trabajadores, voluntarios o estudiantes que desempeñan labores en establecimientos asistenciales, públicos o privados. 

Además de estos grupos, existen las siguientes Prioridades Regionales: profesores y educadoras de párvulo; empleados del sector público; personas privadas de libertad; funcionarios de Correos de Chile, portuarios y de los puestos fronterizos; conductores de la locomoción colectiva, personas en situación de aislamiento territorial y guardia ayudas.

Las vacunas son una parte de la prevención de enfermedades invernales, pero también existen recomendaciones domésticas, efectivas para disminuir los riesgos. Entre las prácticas efectivas está lavarse las manos frecuentemente, ventilar las habitaciones, al estornudar debe cubrirse la boca y la nariz con el antebrazo y no con la mano, usar pañuelos desechables y botarlos inmediatamente.