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La iniciativa —que cuenta con recursos del Fondo de Innovación para la Competitividad Regional— contempla diseñar, testear técnicamente y comercializar en el mercado nacional e internacional,  nutracéuticos de procedencia mapuche con identificación geográfica de toda la cadena productiva, en base a productos naturales o agroecológicos.

Tendencias a nivel mundial, como la mayor preocupación de las personas por la salud en el largo plazo y por una alimentación más sana; una mayor aceptación de los profesionales del área médica por las bondades de este tipo de productos y una población viviendo más años, hacen prever un potencial interesante para la oferta que se busca generar.

“La innovación de nuestra propuesta se encuentra en elaborar nutracéuticos que recojan la esencia de las prácticas medicinales mapuche, en base a diferentes hierbas y frutos silvestres utilizados por los pehuenches, mapuche, lafkenches y huilliches”, explica el coordinador del proyecto, Nilo Zúñiga.

La oferta que se desarrollará incluye batidos y cápsulas para tratar cinco tipos de necesidades: Falta de vitalidad física, mental y sexual, bajo estado anímico y baja de defensas. Para cada una de ellas se obtendrán compuestos herbáceos que, según los terapeutas indígenas, solucionan los problemas de salud.

“El conocimiento práctico de las bondades del maqui, piñón, paramela, poleo, rosa mosqueta y grosella, entre otras, será refrendado por medio de  testeos realizados por un ente científico especializado que, utilizando la práctica habitual en la producción de nutracéuticos, determinará sus bondades nutricionales y la relación de éstas con determinados beneficios para la salud y el bienestar”, detalla el ejecutivo de innovación de FIA y supervisor de la iniciativa, Robert Giovanetti.

En lo productivo, el proyecto beneficiará a 200 pequeños agricultores de las regiones de La Araucanía y Los Ríos, quienes integrarán la red de proveedores de las materias primas herbáceas de Mapulawen.  Esta es una empresa que trabaja hace 15 años en el rescate de la medicina ancestral mapuche en toda la zona sur de Chile, contando con la tienda “Herbolaria” que tiene sucursales en varias regiones del país donde comercializa su línea de productos naturales.

“Por otra parte, la idea es que estos campesinos incorporen técnicas de agricultura agroecológica y de recolección sustentable, asegurando trazabilidad e identificación geográfica, generando un mayor valor agregado por sus productos”, añade Zúñiga.

Para lograrlo se realizará un plan para captar a pequeños proveedores campesinos de hierbas y  una campaña de difusión del proyecto en las redes de campesinos de las municipalidades, el INDAP y otras instituciones del sector agrícola, para que los interesados en participar se inscriban.

Adicionalmente, se implementarán actividades de capacitación y habilitación de competencias en las mejores técnicas disponibles de agricultura agroecológica y en recolección sustentable.

Beneficios para la salud

Actualmente, la empresa ejecutora está desarrollando la fase inicial del proyecto. Esta considera el trabajo conjunto de un profesional del área de la salud y un experto en antropología mapuche, quienes generarán un método de desarrollo de grupo focal para los terapeutas indígenas con la finalidad obtener el primer compuesto herbáceo para cada una de las patologías.

Posteriormente organismos técnicos competentes testearán las cualidades nutricionales y los potenciales beneficios para la salud y el bienestar de cada uno de los cinco productos que se elaborarán.

Para generar el volumen necesario para abastecer la demanda nacional e internacional, se construirá una micro planta de proceso móvil de los nutracéuticos, en la Región de Los Ríos, que cumpla todas las normativas sanitarias y ambientales. Los productos se comercializarán bajo la marca Mapulawen.