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Con jornadas de coordinación y la ejecución de talleres de apresto, comenzó su proceso de intervención en la región de Magallanes, el programa Acciona, impulsado por el Consejo de la Cultura y las Artes.

La iniciativa, que fomenta la creatividad entre los estudiantes, se pondrá en marcha en la escuela Arturo Prat de Punta Arenas, a partir de abril del presente año.

En el recinto, ubicado en calle Zenteno (#191), se trabajó durante este lunes y martes en la implementación y funcionamiento de la propuesta. Participaron en la cita la coordinadora nacional del programa, Claudia Sepúlveda; el encargado nacional de Tesoros Humanos Vivos, Patricio López; el director del establecimiento, Roberto Allendes; la jefa de UTP (Unidad Técnica Pedagógica), Tatiana Burgos; la coordinadora del área de educación parvularia de la Corporación de Educación de Punta Arenas, Paola Manosalva; la supervisora del Ministerio de Educación, Verónica Rosas; el responsable del Área de Ciudadanía y Acceso del Consejo Regional de la Cultura, Gonzalo Bascuñán; profesores, y Paula Rivera y Javier Canales, los artistas mediadores en la sala de clases.

“Queremos contribuir a mejorar la calidad de la educación, incorporando a las artes como un medio válido para el desarrollo de los jóvenes. El propósito es instalar un modelo pedagógico en el establecimiento”, argumentó Claudia Sepúlveda.

“Acciona, moviendo el arte en la educación” es un programa nacional que llega por primera vez a la región y representa una oportunidad de mejora en la convivencia escolar; la gestión pedagógica, poniendo la creatividad al servicio del aprendizaje, y la innovación en la gestión institucional. Todo a través de las artes y la cultura.

El programa, que estará destinado a interactuar con alumnos de prebásica (Kinder y Pre-Kinder) y segundo ciclo básico (octavo), llegó hasta Magallanes por requerimiento de la directora regional del Consejo de la Cultura y las Artes, Paola Vezzani.

Acciona ingresa a las salas de clases mediante dos líneas de trabajo: La inclusión de artistas y la integración de los portadores o cultores de oficio, tanto del saber popular como del académico, que ponen en valor el patrimonio material e inmaterial como un elemento esencial para el reconocimiento de la identidad regional.