Buenas conversaciones, buenos futuros
Los sociólogos también lloran
Los sociólogos también lloran
La teleserie nocturna “40 y tantos”, ha puesto en pantalla por primera vez a mi profesión, haciéndola protagonista: tres sociólogos y una estudiante...Por Jorge Bravo, Blog de Comunicología
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vez a mi profesión, haciéndola protagonista (tres sociólogos y una
estudiante). No es un hecho menor, si se considera que es una
producción comunicacional de las principales elaboraciones de la
industria televisiva nacional y que capítulo a capítulo han mantenido
una audiencia del 20%. De existir el Colegio de Sociólogos- hoy
inexistente- de seguro habría realizado un pronunciamiento al respecto, o
quizás para estar más tono un seminario. Es sabido que ha aumentado
el interés de los jóvenes por estudiar esta disciplina en virtud de la
ampliación del campo ocupacional, ya no solo asociado a las aulas
universitarias, al Estado y las municipalidades, sino que ha llegado
para quedarse en el mundo empresarial, lo que sin duda es el punto de
partida que llevó a elegir a esta profesión para un rol estelar.
No deja de llamar la atención, que la otrora carrera que entregaba
las herramientas conceptuales para derribar el capitalismo, cambiar el
sistema de raíz ,y desde sus cimientos avizorar una nueva sociedad, sea
utilizada en la trama de la telenovela, como una disciplina que entrega
las herramientas para limpiar la imagen de los poderosos, los que
viven de mantener la apariencia de probos, de representar el papel que
dice “que la mujer del “César no solo debe serlo, sino que parecerlo”,
pero la debilidad humana, los consume y el dinero no solo está para dar
poder sino, para que “otros” ayuden a superar las engorrosas
situaciones, que pudieran poner en riesgo la reputación personal y la de
sus negocios. Así, la trama de la teleserie va dejando un legado que
de seguro debiéramos agradecer los sociólogos; aclarar para que sirve,
que hace un sociólogo, no es un dilema menor, el grupo Facebook “No
quiero explicar qué cresta hace un SOCIÓLOGO y en qué trabaja” tiene
nada menos 3.806.adherentes. Por ende, pasado ya más de 50 años, que se
comenzó a impartir la carrera en Chile, el grueso de la población
estaba desinformada respecto a la utilidad de ella, y su campo
ocupacional, particularmente en los años de la dictadura, en cuales se
creía que no se impartía en el país, lo que era casi cierto, pues con
interrupciones solo se podía ingresar en la Universidad de Chile.
Detengamos un poco más en el perfil del sociólogo que entrega los
Cuarentas y Tantos. En primer término, el protagonista Diego Elizande,
es un hombre de fortuna, en parte por haberla heredado de su padre, así
como también obtuvo de él, su manera de entender la vida. Sus
habilidades gerenciales y patronales más parecen provenir de su
condición social, pero las combina con mucha capacidad de anticipación y
de construcción de escenarios, los cuales podrían provenir de su
formación académica, Gaspar Mellado una suerte de antagonista, es
representativo del académico, muchas escenas lo presentan con un libro
en la mano, y la biblioteca ocupa un lugar central en su departamento,
(ni en la casa de Diego, ni en su oficina hay presencia de ningún
libro). Su mujer, la joven estudiante más bien se identifica con el
modelo de su pareja, que de su padre, pues le interesa desarrollar
ayudantías y la carrera académica, y finalmente para que no se diga que
la disciplina está exenta de enfrentar líos de falda. El novel profesor
de Sociología Benjamín Izquierdo, lucha con sagaces armas para humillar
y destruir a su antiguo profesor Mellado. Como podría escribir un
destacado Sociólogo, el mundo de la vida atrajo hacia si esa ciencia
social de la que tanto desconfió.