Cine: Una mujer bajo la influencia

23 Julio 2011

Esta obra reúne en sí mucho de la problemática que Cassavetes desarrolló en toda su obra y estéticamente es un ejemplo de un cine jugado, atrevido, sin concesiones, riguroso y muy cercano a la vida diaria de los seres comunes de las grandes urbes.

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John Cassavetes (1929-1989) fue uno de los más emblemáticos representantes del llamado “cine independiente” en Norteamérica, dueño de una obra de gran lucidez donde encontramos un puñado de personajes que representan de la mejor forma lo que se denomina el “ciudadano común americano”. En este sentido, se aplica en todo su significado el pinta tu aldea y serás universal.

Su cine transitó siempre por el borde de la Industria, la que nunca, o casi nunca, prestó oídos a un estilo de rigor artesanal que se alejaba de los estándares del cine de “entretención”, para enfocarse en argumentos y personajes que llevan sobre sus hombros dramas y tragedias de la vida cotidiana en la intimidad de lo que podemos llamar “la América profunda”, esa de puertas adentro, que siempre carga conflictos irresueltos y tormentas escondidas.

Su filmografía no es muy extensa (12 filmes) pero es de una contundencia difícil de igualar, por lo veraz, lúcida y personal, con una cámara que se adentra sin complejos ni piedad a indagar en la vida de un grupo de seres generalmente fracturados sicológicamente y que luchan con angustia por salir de una suerte de encierro al que los somete la vida moderna o sus propios fantasmas acosadores.

De entre todos sus filmes, que son de un gran y parejo nivel, destaco Una mujer bajo la influencia como una de sus obras referenciales. Esta obra reúne en sí mucho de la problemática que Cassavetes desarrolló en toda su obra y estéticamente es un ejemplo de un cine jugado, atrevido, sin concesiones, riguroso y muy cercano a la vida diaria de los seres comunes y corrientes que pueblan los cordones o suburbios de las grandes urbes, lejos del glamour y los estándares de una vida acomodada o fácil.

En la película, Gena Rowland (su esposa y colaboradora habitual) es una dueña de casa que pasa por un delicado momento en la convivencia del hogar. Víctima de una vida rutinaria, chata y gris, siente que se ahoga en su matrimonio al lado de un marido (Peter Falk) dedicado solo al trabajo como jefe de cuadrilla de una empresa sanitaria. Harta de su estado, su mente se desequilibra y es internada en un recinto hospitalario en busca de mejoría.

Finalmente la vuelta al hogar luego del “tratamiento” no es todo lo auspiciosa que se podría esperar. No adelanto ni doy más detalles de la trama como invitación a conocer este filme substancial dentro de la obra de Cassavetes.

Una mujer bajo la influencia está hecha de una forma en que nos parece asistir a un conflicto real en una casa cualquiera. Una luz cruda invade los ambientes, por momentos da la sensación de estar presenciando un documental. Cassavetes rehúye toda estilización formal o búsqueda de atmósfera, proliferan los planos abiertos para que veamos la escena en su dimensión “real” y no “cinematográfica”, aplica en todo su rigor el método actoral Stanislavskiano, de este modo las actuaciones son de un realismo total y los actores se adueñan de los personajes como si fueran “ellos” los sumidos en el conflicto. Todo lo anterior confiere a la cinta una fuerza casi inusitada, plasmando el conflicto en un nivel de veracidad que cala hondo en el espectador.

Transitan por la pantalla un conjunto de parientes y de amistades de los protagonistas, que enmarcan una familia fracturada en sus afectos y convivencia, pero que luchan desde su fragilidad por rearmarse a su modo. La mirada de Cassavetes no es indulgente ni parte de la conmiseración, pero los acompaña desde lo profundo con un afecto no paternal sino fraternal, porque se sitúa en el lugar del prójimo para compartir sus vidas, no para juzgar o dictar cátedra.

Esta película es una muestra del gran cine independiente norteamericano, salida de la mano de uno de sus impulsores, un artista del cine que supo, aquí y en sus otras películas, plasmar conflictos con crudeza pero con gran humanismo. Sea esta una invitación e incentivo a conocer o repasar su obra, una de las imprescindibles del cine entendido como arte.

Una mujer bajo la influencia (1974) de John Cassavetes, con Gena Rowland y Peter Falk, entre otros. Disponible en DVD.

Publicado originalmente en Revista Sangría