Hacia una Educación Media Técnico Profesional más pertinente para nuestra región

Hacia una Educación Media Técnico Profesional más pertinente para nuestra región

21 Julio 2021
Un paso esencial es que las empresas se involucren más en los procesos formativos, y que contribuyan recibiendo estudiantes, mostrándoles el trabajo real para así reducir las brechas entre expectativas y realidad que golpean al estudiante al ingresar al mundo laboral.
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Empleo, Formación Técnica, Emprendimiento

Por Tania Pivcevic, Presidenta del Consejo Territorial Región de Magallanes CPC - INACAP

Estudios realizados por SENCE, destinados a medir las brechas existentes entre las necesidades de los “oferentes de empleos” y la oferta de formación técnica, han detectado interesantes señales de alerta que muestran que las empresas, los centros de formación y los organismos del Estado pertinentes –en su conjunto– no han sido capaces de dotar a nuestro territorio de gente capacitada en las más diversas tareas que las empresas requieren para desarrollar su actividad económica de forma oportuna y satisfactoria. Y esto ha truncado la posibilidad de un mejor nivel de vida para sus empleados y un mayor desarrollo económico de la zona geográfica en que estas se emplazan.

Un dato ilustrativo es que más del 75% de la oferta del trabajo en el país es para cargos que requieren una formación técnica; sin embargo, las postulaciones a estos mismos puestos no superan el 25%. Este mero dato nos está mostrando algo esencial y es que los postulantes a trabajos en Chile no están optando a trabajos en el área técnica, cuando está claro que es lo más demandado por las empresas y por lo tanto lo que más necesitan.

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¿Qué puede explicar este fenómeno?

Una explicación posible es la composición de la matriz educativa de nuestro país. En Chile tenemos un técnico por cada tres profesionales, cuando en países de la OCDE la ratio es la inversa, es decir, ellos tienen en promedio tres técnicos por cada profesional. Ahora bien, ¿por qué ellos tienen una composición inversa a la nuestra?

Explicaciones puede haber muchas… Una podría ser que en estos países los trabajos técnicos cuentan con un alto nivel de remuneraciones y, sobre todo, cuentan con algo muy importante: el reconocimiento de su valor en todos los niveles sociales. Por ello es necesario hacer una revisión profunda de lo que ocurre en Chile al respecto. Los trabajos técnicos deben ser remunerados y valorados con dignidad para que los estudiantes encaren con orgullo su formación.

Otro dato interesante que muestran los estudios es que, en su gran mayoría, las empresas no seleccionan postulantes debido a su falta de experiencia. Un paso esencial para resolver esto es que las empresas se involucren más en los procesos formativos, y que contribuyan recibiendo estudiantes, mostrándoles el trabajo real para así reducir las brechas entre expectativas y realidad que golpean al estudiante al ingresar al mundo laboral. 

La ONG Canales trabaja apoyando a centros de formación técnica en varias regiones de Chile donde han constatado las duras realidades familiares, sociales y educacionales de los estudiantes de estos centros, demostrando que el problema es profundo y se requiere el esfuerzo de todos para abordarlo. 

El Consejo Territorial de la Región de Magallanes, que reúne a destacados empresarios, autoridades y representantes locales de la sociedad civil de la región, es una mesa de trabajo colaborativa que busca aportar al desarrollo sostenible de la región y de sus personas. Su objetivo es ayudar a rediseñar los procesos educativos adaptándolos a las necesidades de las empresas y a las realidades locales por lo que el concepto de “territorialidad” es clave.

Todo esto, con el propósito de reactivar la empleabilidad y el emprendimiento, crear espacios de aprendizaje, aumentar la productividad y aportar a la sustentabilidad de la región. Para avanzar en ello, resulta clave estrechar el vínculo entre el mundo de la empresa y el mundo de la formación.

Chile está cambiando, y es probable que la nueva Constitución venga cargada de derechos para los individuos, donde aquellos relacionados con la educación de seguro serán muy relevantes. Por ello, este es un momento inmejorable para dar una nueva cara a la formación técnica y con ello dignificarla, mejorar las posibilidades de desarrollo de los estudiantes y mejorar las posibilidades de desarrollo de las empresas y las regiones en que estas se encuentran insertas.

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