Buenas conversaciones, buenos futuros
Ciudadanos responden a empresa Rayen tras el aluvión
Ciudadanos responden a empresa Rayen tras el aluvión
Marcela Baratelli >
authenticated user CorresponsalAyer 20 de Junio como es de público conocimiento la catástrofe de los días 11 y 12 de Marzo saltó a la palestra.
Por una parte desde la empresa y su representante legal se habló de un programa o plan Pyme 2.0 que tendría la finalidad de “darle trabajo a pequeñas y medianas empresas” y en forma posterior se describieron las dificultades que existen a la fecha para cobrar por los trabajos efectuados.
Desde el otro rincón la primera autoridad regional responde que se tratarían de dificultades de rutina y que “creo que también todos van aprendiendo lo que es manejar una emergencia, no solo las personas afectadas sino también los subcontratistas y la gente que está alrededor” para culminar su día mediático destacando la labor del MOP en la emergencia “como la institución encargada de despejar y dar conexión a la ciudad” esto en la cuenta pública de dicha cartera.
A todo esto nos sentimos en la obligación de señalar nuestra molestia por la liviandad con la que los diferentes actores se refieren tanto a lo ocurrido en marzo pasado como a los damnificados y la situación pasada y actual de los sectores afectados.
Resulta un insulto que cuando la prioridad debieron ser las víctimas de la emergencia se privilegien consideraciones hasta banales para improvisar con “programas o planes 2.0” que faltan el respeto desde el nombre mismo.
Nos parecen impresentables los detalles de reuniones poco claras para establecer las bases de negocios que se hicieron a costa de la desgracia de muchos. Desdibuja los posibles “nobles propósitos” y nos hacen sentir moneda de cambio.
Agobia escuchar declaraciones de una autoridad que parece ciega y sorda a la real situación de los damnificados, defendiendo lo indefendible, banalizando la real dimensión de la tragedia que vivieron y viven las vecinas y vecinos en los sectores afectados. Insistiendo en una normalidad que solo a ella le consta.
Somos seres humanos a quienes se nos trastocó la vida. Reclamamos entonces un tanto de pudor, delicadeza, don gente y cierto sentido ético. Todo lo que ciertamente estuvo ausente el día de ayer.