La descentralización de las decisiones y la expectativa ante el comité de Ministros

La descentralización de las decisiones y la expectativa ante el comité de Ministros

24 Mayo 2014
El tema de la toma de decisiones es prioritario resolverlo adecuadamente para poder tomar decisiones realistas; de no descentralizarse en forma práctica no hay duda que la decisión no será representativa y no nos permitirá dar el gran salto cualitativo hacia el desarrollo que necesitamos.
Andrés Gillmore... >
authenticated user

Cuando uno escucha al Ministro de Energía Máximo Pacheco Matte, discursar por los diferentes medios de comunicación que la hidroelectricidad es la gran alternativa energética de Chile, en Aysén no podemos dejar de relacionar los dichos del ministro con el proyecto pretendido por HidroAysén en la cuenca del Baker y Energía Austral en la comuna de Puerto Aysén. Como siempre ha sucedido en estos casos, los gobiernos no dudan en apelar a antiguas formulas discursivas para justificar posibles decisiones, apelando a que somos un país pobre, sin recursos energéticos, escaseando el gas y el carbón. Las dudas que el Consejo de Ministros transmite ante la decisión por HidroAysén, pone en la mesa la desconfianza natural que aun se tiene ante la decisión a pesar de todo el discurso previo de campaña, que HidroAysén no era viable y que se tomara una decisión descentralizada y de acuerdo a sus méritos.

Lo que causa preocupación en el discurso del Ministro de Energía, es que Chile a pesar de todo lo que se diga es uno de los países más ricos del planeta en Energías Renovables no Convencionales (ERNC), esto siempre se ha omitido en el discurso oficial. De acuerdo a esa realidad tenemos la capacidad  de generar un plan de desarrollo energético con verdadera proyección de futuro en este sustento. Los problemas que vivimos en la actualidad en materia energética, más que nada responden por la insuficiencia que se ha tenido al plantear la problemática y la falta de proyección que hemos tenido en proyectar una matriz energética que vaya de acuerdo con nuestras características climáticas y geográficas, sencillamente porque nos hemos dejado llevar por decisiones mal sustentadas y totalmente influenciadas por los intereses de las transnacionales.

La Hidroelectricidad aunque “sea abundante como lo dice el ministro de energía”, es una forma cara de producir energía bajo todo punto de vista; se dice que es barata y renovable, por que no se han tomado las referencias que corresponden al calcular los costos, omitiéndose el impacto social, ambiental y económico en los territorios pretendidos, destruyendo además la proyección de las comunidades que viven en las cercanías de los proyectos. Si los respectivos estudios evaluaran estas variables como corresponde, nos daríamos cuenta que no son una forma económica de generar energía, entendiendo que las ERNC son una alternativa real en plazos aceptables comparativos y sobre todo que son una mejor proyección energética de futuro a mediano y largo plazo.

HidroAysén al comienzo habló que el proyecto costaría alrededor de 2.500 millones de dólares y hoy ya tenemos claridad que no costaría menos de 17.500 millones de dólares y quien sabe más. ¡Me pregunto!, si todo ese dinero se hubiese invertido en proyectos solares en el norte, eólicos en el sur y en ves de aprobar la construcción de un puente sobre el canal del Chacao, hubiésemos proyectado un túnel mucho más barato que el puente y que además contara con turbinas para generar energía mareomotriz, no tengo dudas que aun sobrarían dineros para estudiar la energía Geotérmica y algunos millones para invertir en terminar la carretera Austral y conectar definitivamente la provincia del Palena en la región de Los Lagos con Aysén.

La región de Aysén ha tenido que soportar desde hace unos 7 años a la fecha, todo el peso de los proyectos Hidroeléctricos y lo que significa convivir con esa espada de Damocles en su horizonte de desarrollo de concretarse la intención. Aysén nunca ha sido escuchada en forma oficial ante las autoridades, demostrando que el centralismo en la toma de decisiones perjudica enormemente el desarrollo regional de Aysén y de tantas otras regiones. Aysén ha tenido voz y menos un voto al confeccionarse la Agenda Energética propuesta por el gobierno hace unos días y hasta ahora ninguna de las organizaciones ayseninas han sido escuchadas en sus planteamientos en las diferentes etapas del proceso.

El tema de la toma de decisiones es prioritario resolverlo adecuadamente para poder tomar decisiones realistas y de acuerdo con la realidades regionales; de no descentralizarse las decisiones no serán representativas y no permitirán dar el gran salto cualitativo hacia el desarrollo, que permitiría ubicarnos con propiedad entre los países avanzados del primer mundo (OCDE). La desigualdad actual en la toma de decisiones ha bloqueado el desarrollo, produciendo desbalance y creando una concentración económica, política y territorial que hacen que proyectos como HidroAysén y Energía Austral y tantos otros sean posibles, a pesar de todos los reparos con los que han sido aprobados. Necesitamos un diseño político con un Estado más creativo a la hora de ejecutar y evaluar estrategias de descentralización, concretando un desarrollo territorial con igualdad y que tome en cuenta los verdaderos objetivos de las comunidades.

Hoy el modelo de desarrollo está impulsado por los intereses de los grandes inversionistas y de las transnacionales extranjeras, presentando proyectos de desarrollo como simples negocios del cual se apoderan y sacan ventajas comparativas para conseguir suculentas ganancias a costa de la propia ciudadanía, en detrimento de su calidad de vida; comunidades que se ven totalmente superadas, alejándonos del fortalecimiento interno que necesitamos, disminuyendo nuestras  capacidades institucionales y restringiendo el impulso económico, social y cultural. La descentralización no puede transformarse en una lucha entre las regiones y los gobiernos de turno por prevalecer; necesitamos crear las condiciones para lograr una autonomía eficaz y generar la debida comprensión de los objetivos regionales por el gobierno central y entregarles una mayor participación a las organizaciones sociales en las decisiones de relevancia.  

Es importante multiplicar las oportunidades para que las regiones obtengan las ventajas que se merecen a través de emprendimientos propios y que vayan de acuerdo con su propia realidad, entendiendo que la riqueza generada por medio de conceptos regionales, permitirán la creación de mejores políticas de desarrollo y permitir una distribución más actualizada y lograr una red de protección adecuada, para que estos objetivos no sean destruidos por el centralismo.

Es imposible pretender un desarrollo con equidad, si no tenemos la capacidad de tomar decisiones con una visión regionalista, en esto no escapa el posible actuar del Consejo de Ministros ante la decisión por HidroAysén; es imprescindible ampliar el fundamento social y territorial con medidas que comprendan las diversas realidades regionales y que las determinaciones vayan de acuerdo con su propio merito.

El nuevo regionalismo debe replantear totalmente la función de los entes reguladores, creando políticas bien establecidas que garanticen el orden público, la defensa nacional de los bienes naturales, planificando obras de infraestructura con una lógica que vaya de acuerdo con la realidad de las regiones, interpretando con más lógica los intereses regionales a través de una legislación que vaya de acuerdo con la realidad de las comunidades y del mundo regional.