Te vi marchar: Reflexiones para el pospandemia

Te vi marchar: Reflexiones para el pospandemia

14 Julio 2020

Ha estado bien revuelta la historia de Chile. Es momento de asentar bien nuestras reflexiones, colocar los miedos en una repisa, y avanzar al futuro con toda la convicción que podamos.

Diego Aravena >
authenticated user Corresponsal Corresponsal Invitado

Te vi en una marcha. Una radiante tarde de sol, a finales del año pasado, cuando me daba por atravesar pedaleando sin manos entre las humaredas. Esas marchas que iban caminando de plaza en plaza, hasta que las falanges del orden nos atrincheraban cerca del hospital regional de Temuco Hernán Henríquez Aravena.

Ha estado bien revuelta la historia de Chile y el mundo el último tiempo. Grandes manifestaciones socioculturales, un año con Pandemia, y quizás una crisis económica en ciernes. Así que es momento de asentar bien nuestras reflexiones, colocar los miedos en una repisa, y avanzar al futuro con toda la convicción que podamos.

En mi baúl de los recuerdos conservo el cartucho de un balín y una paila deforme, vestigios de lo que fue el estallido social chileno del 2019. De este año conservaremos los escudos faciales y las mascarillas. Según tengo entendido, pronto habrá un plebiscito para analizar nuestra Constitución. No hay ceremonia más relevante para la identidad de un pueblo.

Que no nos encuentre dormidos este momento, porque en tiempos de confusión los poderes del hábito se asustan. Que no te tome por sorpresa si lo que parecía techo era en realidad un suelo. Un inicio. Hay que abrir los ojos a la injusticia, al aplanamiento del ser, a toda manifestación de la subyugación y del abuso. Es momento para conversarla bien mateada. Para echarse riñas por Facebook y encuentros en la vida real. Hay que debatir los cimientos mismos de nuestra vida en sociedad.

Hay muchos frentes de apoyo. Está también el soporte moral, mantener el buen ánimo y no descorazonarse por las vicisitudes. Se anticipa frustrante cuestionar el orden social imperante. Podrá costar el sueño y tal vez la peineta. Si se sacude la identidad de Chile, son también mi identidad y la tuya las que se sacuden. Entendamos a los que naturalmente puedan sentir temor ante el proceso.

Hay que recuperar la confianza en los ideales del periodismo, y también en la política. Hay que volver al creo en ti. A que las personas se llenen de orgullo por aportar a la felicidad múltiple de toda forma de ser. Arriesgarnos a tener un mejor futuro como país. Evolucionar nuestra manera de relacionarnos, comunicarnos y tratarnos. Luchar también por la alegría y no solamente por la resignación. Por un bienestar verdadero al que toda persona pueda acceder, independiente de su procedencia o condición.