El martes 5 de septiembre pasado se llevó a cabo la audiencia de formalización de cargos en contra de la comerciante Yerka Torres Ojeda (31), sindicada por agredir brutalmente a un animador natalino, supuestamente, por su condición sexual, dejándolo con lesiones graves gravísimas en uno de sus pómulos.

Tras la instancia -donde además el Ministrio Público invocó la Ley Zamudio-, el Juzgado de Garantía de Natales decretó arresto domiciliario total para Torres Ojeda, no obstante en entrevista con El Pingüino se defendió de los cargos que pesan sobre su persona.

Si bien reconoció lo sucedido durante la madrugada del domingo 3 de septiembre pasado en el pub La Tribu, la mujer aprovechó el espacio para asegurar que “jamás se trató de un acto homofóbico”.

Según la joven “lo que más me afecta es que se diga que se trata de homofobia y que se me tache de tal, más teniendo amigos gay”.

Respecto de la víctima, Patricio Díaz Bravo, la acusada puntualizó conocerlo hace años y de haber mantenido un vínculo “bonito, que se rompió por un conflicto del cual yo no tuve nada que ver, y luego por una denuncia que hice en contra de una mujer amiga de él”.

La comerciante fue categórica y señaló que no “le falté el respeto, aún sabiendo que él sí ha hecho comentarios sobre mí. Reitero, yo no soy homofóbica y no sabía que él era gay, porque nunca se lo había escuchado de su boca”.