Previamente, ocurrió en la Escuela 18 de Septiembre y en Porvenir. Luego, en el barrio Cerro de la Cruz y en uno de los muros del Liceo Industrial de Punta Arenas.

Esta vez fue el turno de Río Seco: la localidad, ubicada en la puerta norte de la capital regional, se sumó a la lista de comunidades y espacios que desde este año comenzaron a cambiar el rostro de Magallanes.

Una tejedora que representa a las mujeres del Comité Cultural; un ovejero que recuerda la presencia del frigorífico en el sector; un pescador que da cuenta del trabajo de los hombres del mar y la presencia de un barco en el Estrecho, forman parte del mural plasmado en un antiguo estanque de agua potable, ubicado en calle Eusebio Pizarro y que, en la década de 1960, fue el depósito de agua que abasteció a los habitantes del lugar.

La detallada obra fue inaugurada este miércoles ante la presencia de niñas y niños de la escuela de Río Seco, vecinos y autoridades regionales encabezadas por la gobernadora de Magallanes, Paola Fernández y el director del Consejo Regional de la Cultura y las Artes (CRCA), Gonzalo Bascuñán.

Nolvia Díaz, presidenta del Comité Cultural de Río Seco, señaló que “para nosotros este es un antiguo anhelo de recuperar espacios y la historia de Río Seco. Esto ayudará para que la gente, las nuevas generaciones, se enteren de lo que ha sido este lugar. Las vecinas nos propusimos valorar y rescatar nuestro patrimonio. Acá hay una historia que se está perdiendo y este tipo de iniciativas ayuda a mantenerlas vigentes”.

Artistas y vecinos

La pintura, elaborada por vecinas y vecinos guiados por artistas del colectivo “A la Pinta” de la región de la Araucanía, se encuentra inserta en la propuesta “500 en 10.000 años” del Consejo Regional de la Cultura y las Artes, impulsada a través del programa Acceso y cuyo nombre hace alusión a los 500 años del cruce de Hernando de Magallanes por el paso bioceánico y a los 10 mil del asentamiento humano en el territorio austral.

El director del Consejo Regional de la Cultura y las Artes (CRCA), Gonzalo Bascuñán, explicó que “es una reflexión que se hace previamente con los vecinos y artistas que desarrollan el mural en base a los elementos identitarios que aporta la comunidad. Fue lo mismo que se hizo en el Liceo Industrial, en Porvenir, en el Cerro de la Cruz y ahora estamos acá en Río Seco con un hermoso mural que rescata un lugar patrimonial”.

“La copa de agua, que en los 60 se construyó para abastecer de agua a Río Seco hoy está desocupada, pero para la gente tiene mucho significado. Ahora se ha agregado color para recordar y valorar ese pasado y patrimonio”, detalló.

Los vecinos Nolvia Díaz, Margarita Cortez, Carmen Oyarzo, Irma Ojeda, Bernardita Ojeda, María Soto, Patricia Silva, Patricia Vidal, Iris Ojeda, Jorge Canicura, Jesús Chaura y Pablo Foglia, más los artistas de “A la Pinta”, Gabriel Veloso y Claudio Maher, participaron en el diseño y elaboración de la pintura en gran formato.