¿Atención de calidad, cercana y oportuna en Neurocirugía?

¿Atención de calidad, cercana y oportuna en Neurocirugía?

17 Julio 2020

Desafortunadamente en nuestro país son varios los ejemplos en los que se privilegia a "unos pocos" sin importar las consecuencias que esto pueda acarrear al resto, la salud pública no está exenta de esto.

Juan Sebastián Muñoz >
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A diferencia de la mayoría de las especialidades médicas que existen en Chile, la "Red de Neurocirugía", permanece rígidamente centralizada y pese a los avances tecnológicos y humanos alcanzados, éstos no pueden ser transferidos a los usuarios de la red pública de salud de manera oportuna, debido a la existencia de una normativa vetusta, que adolece de lógica científica y técnica, que obliga a derivar a los pacientes al nivel central; haciendo notar además, que quienes la defienden, carecen de la idoneidad necesaria para establecer dichas directrices.

La normativa promueve la resolución centralizada de cierto grupo (mal definido) de enfermedades en centros de una "aparente mayor complejidad". Digo aparente porque la idoneidad técnica de los especialistas que en muchos de los centros de alta complejidad se desempeñan, no difiere en promedio de los que lo hacen en centros de menor complejidad (incluso, hay centros de alta complejidad, que no los tienen).

Por ejemplo, el Hospital Base de Puerto Montt, cuenta sólo con un especialista en Neurocirugía Vascular y de la Base del Cráneo, al igual que Punta Arenas, Coyhaique, Valdivia y Temuco, entre otros; sin embargo, los pacientes con afecciones cerebrovasculares de resolución quirúrgica deben ser derivados para ser tratados en dicho Hospital (lo que acarrea un costo económico y social), según lo indica la normativa de la "Comisión Chilena de Neurocirugía", que dicho sea de paso, uno de sus integrantes pertenece Hospital de Puerto Montt.

Curiosamente, la normativa de esta "red de alta complejidad" no considera la idoneidad del médico que efectúa el tratamiento de los pacientes, pues pese a que en Chile ya se han formado 31 especialistas en Neurocirugía Vascular y de la Base del Cráneo, su presencia en la cadena de tratamiento resulta irrelevante (lo mismo pasa con la Neurocirugía Pediátrica).

Recientemente, la Sociedad Chilena de Neurocirugía, preocupada por la persistencia de esta normativa, solicitó a la comisión que se le dejara participar de ella, a fin de poder aportar tanto en el desarrollo de la especialidad a nivel nacional, como también para poder llegar de la mejor forma a los pacientes. Los integrantes de la comisión, rechazaron su participación.

Resulta aún más cuestionable, que a pesar que en Chile existe un gran número de Neurocirujanos subespecialistas, en la Comisión de Neurocirugía no hay ninguno que represente las distintas áreas del conocimiento de la especialidad. Ante lo cual surge la interrogante: ¿A quién le estoy encargando el proyecto del edificio, a los maestros o a los ingenieros

Adicionalmente, estos "Centros de alta complejidad", parecieran serlo sólo en lo que ellos determinan y no según las necesidades que el resto de hospitales les demanda. Por ejemplo, ¿tratan a pacientes con Parkinson que requieren resolución quirúrgica? No, ¿tratan a pacientes con espasticidad que requieren resolución quirúrgica? no. Pero sí tratan enfermedades que pueden ser resueltas en los centros "de menor complejidad". Entonces, para que sigan pareciendo centros de alta complejidad, se les debe obligatoriamente derivar a los pacientes (no importando el costo económico y social que esto signifique).

Uno se pregunta si es que la persistencia de estas normas, que a todas luces son contradictorias, acarrea algún beneficio para quienes lideran estas "comisiones". Pues bien, además de mantener un "reconocimiento constante", existen fondos de por medio, que les permite postular a proyectos de implementación de tecnología, dicho de otra forma, los posiciona en un puesto privilegiado de toma de decisiones de desarrollo, aumentando cada vez más la brecha. Por lo tanto, han definido lo complejo sobre algo que ya no lo es, perpetuando la verticalidad de la Red, quedando lo que realmente es complejo y necesario de ser apoyado en regiones, fuera del margen de la inclusión.

¿Habrá algún interés creado en ello? no tengo una respuesta clara. Sin embargo, a modo de ejemplo, existe una "licitación" que involucra a los neurocirujanos del Hospital de Puerto Montt y que tiene por objetivo resolver estas patologías "complejas" que son derivadas desde el sur del país fuera del horario hábil. Considerando que el jefe de Servicio del equipo de Neurocirugía del Hospital de Puerto Montt, forma parte de la "Comisión de Neurocirugía de Chile" se constituye en "Juez y Parte", lo que es a lo menos, cuestionable.

Finalmente, pareciera que esta normativa en vez de "optimizar", burocratiza y encarece y, en vez de ofrecer una "atención de calidad, cercana y oportuna", termina en el mejor de los casos, ofreciendo una "atención de calidad, lejana y menos oportuna que lo que hubiera sido si se trata localmente.

En tiempos de covid-19, normas como ésta se derrumban y pierden completamente su credibilidad.