Por Daniela Zamora Miranda

En Twitter @crespamiranda 

Les presento Chile: un lindo país orilla con vista al mar. Tenemos volcanes en erupción, mineros atrapados bajo tierra, terremotos de ránkings mundiales, tsunamis, indígenas rebeldes, estudiantes organizados y paisajes paradisíacos.

Se aceptan dólares, euros, fotografías y represas. Bienvenido señor y señora turista, también hay cómodos hoteles de cadenas europeas. No tenemos gas, pero sí mucho cobre, salmón y una rica biodiversidad para explotar. Algo de Patagonia nos queda y desierto también.

Dicen que tenemos los cielos más privilegiados del planeta. La comida es rica, venga, pruebe paltas maduras, tomates jugosos, sandías frescas, cebollas, papas, maíz. Pruebe antes que se acaben, antes que privaticen sus semillas. Conozca antes de que ya no quede nada de este flacuchento y casi hundido terruño.

Cómprese una Araucaria, o una niñita mapuche que le haga curaciones de yerbas. Puede comprar también un pedazo de terreno junto al mar, o al lago, si no le molestan las hidroeléctricas, por cierto. Eso sí, que no le incomode luego, cuando corra sangre por el Bio Bío, por el Loa, el Lircay, por el Tamarugal o el Báker. Cuando la furia Araucana atente contra sus vidas o le queme un predio. No se preocupe porque entonces al indio lo sancionaremos con la Ley Antiterrorista y maquinaremos el juicio en su contra para que él y su tribu jamás vuelva a ver la luz del sol.

Las huelgas de hambre ya no nos dañan la imagen país, nuestras cifras de crecimiento andan por las nubes y el trabajo ha aumentado. No importa que la aprobación del gobierno esté por el suelo, total, a la gente las cosas se le olvidan rapidito.

Bienvenido señor y señora turista.

Foto: En Flickr por cian-