Buenas conversaciones, buenos futuros
Carta abierta al Sr. Alberto Cardemil
Carta abierta al Sr. Alberto Cardemil
Carta abierta al Sr. Alberto Cardemil con ocasión de publicación de Oficios con su firma como Subsecretario del Interior año 1985.
Corresponsal El... >
authenticated user CorresponsalSr. Diputado de la República Alberto Cardemil, me permito dirigirme a
Usted, porque la fecha del Oficio Secreto Nro. 1953, de 26 de abril
1985, que ahora se da a conocer en que se entrega información en forma
confidencial sobre los trabajadores de la Vicaría de la Solidaridad, y
que lleva su firma, es justo un mes después del asesinato de mi padre
ocurrido el 30 de marzo de tal año, junto a José Manuel Parada y
Santiago Nattino. José Manuel, quien era sociólogo de la Vicaría,
trabajaba en este organismo de la Iglesia Católica a cargo de su
archivo. Mi padre colaboró con él, junto a la periodista Mónica
González, para dar con el paradero de numerosos detenidos hechos
desaparecer por la acción del Comando Conjunto en 1976, del cual fue
testigo directo, en calidad de víctima.
Imagino que Usted está al tanto del llamado "Caso Degollados". El
macabro triple asesinato fue llevado adelante por una "asociación
ilícita terrorista" que actuaba al interior de la Dirección de
Comunicaciones de Carabineros de Chile (DICOMCAR), y que fue antecedido
por una allanamiento ilegal a la imprenta de la Asociación Gremial de
Educadores de Chile (AGECH), de calle Londres, porque lo que buscaban
era hacer desaparecer la matriz de impresión del testimonio del ex
agente FACH y del Comando Conjunto, Andrés Valenzuela, que dio
testimonio sobre la acción genocida de este organismo. Las personas que
atentaron contra mi padre, en pleno Estado de Sitio, y premunidos de
todo el aparataje estatal, buscaban pasar impunes de sus actos
(secuestros, torturas, ejecuciones extrajudiciales y desaparición de
compatriotas) y, desde luego, no colaborar con la Justicia para aclarar
el paradero de los detenidos desaparecidos en muchísimos casos que aún
se investigan en Tribunales.
¿Sabe Usted algo adicional respecto a esta causa que no se conozca en
Tribunales? ¿Usted, que fue Subsecretario del Interior entre 1984 y
1988, exactamente en la fecha en que se cometió el secuestro, tortura y
posterior degollamiento de mi padre?
A mi padre no le siguieron juicio alguno. Su detención no fue tal, sino
un secuestro. No fue acusado por ningún Tribunal de la República. No
tenía causas abiertas. Fue secuestrado junto a José Manuel Parada a las
puertas de mi colegio, a plena luz del día, estando sus hijos Javiera
Parada y yo presentes como estudiantes de la Básica, a metros del
plagio. Se cortó el tránsito para permitir la fuga. Se utilizaron
helicópteros de Carabineros. Fueron llevados a la calle Dieciocho, al
local de la DICOMCAR -que es el mismo que utilizó el Comando Conjunto en
1976, que llamaban "La Firma"-, donde fueron torturados junto a
Santiago Nattino, a quien tenían de pie esposado a un parrón. A mi
padre, entre otras torturas, le arrancaron las uñas de sus dedos, le
quemaron el cuerpo con cigarrillos, le quebraron la frente a culatazos, y
al día siguiente a los tres, que estaban amarrados y vendados, les
cortaron el cuello con un cuchillo corvo atacameño, en plena vía pública
camino a Quilicura, frente al aeropuerto donde hoy se elevan tres
sillas en su memoria. A los tres los dejaron desangrar, ni siquiera les
dieron un tiro de gracia. Eran Carabineros de distintos rangos quienes
hicieron esto, en la época en la que Usted era Subsecretario del
Ministerio del Interior. Por este caso tuvo incluso que renunciar de la
Junta Militar, el General César Mendoza Durán, el 2 de agosto de 1985.
Yo soy un simple Concejal, electo democráticamente en sistema
proporcional de votos, con escasas atribuciones que me confiere la Ley
Orgánica de Municipalidades para fiscalizar. Usted es un Honorable
Diputado de la República y, aunque con sistema binominal, fue electo y
cuenta con fuero parlamentario y un alcance en las acciones que puede
emprender muy superior a las mías. Quisiera asumir que es digno de tal
Honorabilidad y que, aprovechando la publicación de estos oficios
secretos que llevan su firma, haga un ejercicio de introspección y
colabore con la Justicia, y anime a sus entonces colegas que ocupaban
cargos a también hacerlo.
Haga memoria Diputado. Son años claves en los que Usted fue
Subsecretario del Interior. No se lo solicito solo por el caso de mi
padre, sino por cientos de casos de ejecutados políticos y detenidos
desparecidos. También creo que sería positivo para su propio sector
político, la Derecha, que no tendría porqué cargar por siempre con el
estigma del terrorismo de Estado, si es que, como sector, diera pasos
decididos a una cultura de los derechos humanos, participando
activamente en las causas que buscan la condena a su violación
sistemática por parte del regimen del cual Usted formó parte.
Usted tiene una oportunidad histórica en sus manos: Puede convertirse en
un ejemplo de ser humano y de autoridad política, y colaborar a sanar
muchísimas heridas abiertas por decenas de años. Justicia, castigo y
reparación es lo que Chile necesita para los casos de tortura, ejecución
política y detenidos desaparecidos, que son crímenes de lesa humanidad.
Estoy seguro que somos muchísimas personas de distintos credos,
ideologías y universos valóricos que compartimos el deseo de vivir en
paz, y que valoraríamos un gesto de arrepentimiento y colaboración
efectiva con la Justicia.
Sr. Cardemil, no siga el mal ejemplo de otras ex "altas autoridades" que
se hicieron los enfermos imaginarios, que decían no recordar, y jamás
asumieron sus acciones u omisiones, dejando un pésimo ejemplo a las
nuevas generaciones de militares y civiles. Sea, como lo señala la
formalidad republicana de su cargo de Diputado, honorable. Es todo
cuanto le pido.
Como escribiera mi padre, citado luego por Sola Sierra: "Revanchismo jamás. Justicia, nada más, pero tampoco nada menos".
Manuel Guerrero Antequera
Concejal
PD: La noticia a partir de la cual le escribo aborda el próximo
lanzamiento del libro "Asociación Ilícita", del periodista Mauiricio
Weibel, en el que se publican los referidos documentos y archivos. cooperativa.cl