Contaminación ambiental: Desarrollemos nuestro sentido común

05 Agosto 2020

El año 2015, contamos con el vergonzoso record de tener el índice de contaminación ambiental más alto del mundo. En 2019, el conocido medio británico "The Guardian", destinó una columna para tratar sobre la contaminación de nuestra querida ciudad.

Juan Sebastián Muñoz >
authenticated user Corresponsal Corresponsal Invitado

Muchos antropólogos sitúan el comienzo de la humanidad en el momento en que el hombre dominó el fuego. En la actualidad, esta actividad que inicialmente nos permitió crecer como especie dominante, hoy en día reduce nuestra calidad y esperanza de vida. 

Maravillosos paisajes se ven opacados por la triste realidad que significa la contaminación ambiental presente en la Ciudad de Coyhaique. Actualmente, no sólo somos conocidos por la belleza de la Patagonia sino también por contar con una de las ciudades más contaminadas de Latinoamérica. 

La OMS considera que el aire limpio es un requisito básico de la salud y bienestar humano. A nivel global, son más de dos millones de muertes en el mundo las que se pueden atribuir a la contaminación del aire en espacios abiertos y cerrados. El abanico de efectos producidos en la salud es amplio y van desde las enfermedades respiratorias, cáncer, enfermedades cardiovasculares hasta alteraciones reproductivas. Adicionalmente, pese a que la contaminación afecta a toda la comunidad, la susceptibilidad a ella puede variar con la edad. Se sabe también, que a mayor carga de contaminación al igual que a mayor tiempo de exposición, los riesgos aumentan. No hay datos objetivos que nos permitan atribuir a la contaminación presente en la ciudad de Coyhaique morbilidad y mortalidad específicas, sin embargo, a diferencia del resto del país en que la principal causa de muerte son las enfermedades cardiovasculares, en la Región de Aysén es el Cáncer. 

El tamaño de las partículas contaminantes se encuentra directamente vinculado con el potencial de provocar problemas en la salud. Las partículas menores de 10 micrómetros (um) suponen los mayores problemas (PM 10), esto debido a que pueden alcanzar la profundidad de los pulmones y el torrente sanguíneo. Vale la pena destacar que estas partículas no sólo son dañinas mientras se encuentran presentes en el aire, sus efectos perduran incluso una vez que sedimentan, afectando suelos y aguas. Las partículas menores a 2,5 um (PM 2,5) son 100% respirables, están compuestas por elementos de mayor toxicidad y por lo tanto son las que tienen efectos más severos sobre la salud. El factor de mayor impacto en la contaminación de la ciudad de Coyhaique parece ser el uso de la leña húmeda o no certificada. 

A modo de ejemplo, una estufa nueva y certificada que usa leña seca emite 2,4 gr/hr de PM 2,5, una estufa a pellet emite entre 1-2 gr/hr de PM 2,5 mientras que una estufa convencional con leña seca emite alrededor de 24 gr/hr de PM 10. La combustión de leña húmeda produce hasta 70 gr/hr de PM 2,5 aproximadamente. 

El año 2015, contamos con el vergonzoso record de tener el índice de contaminación ambiental más alto del mundo. En 2019, el conocido medio británico "The Guardian", destinó una columna para tratar sobre la contaminación de nuestra querida ciudad. Para tal nivel de contaminación, cualquier persona que no conoce Coyhaique, imaginaría que la ciudad es una gran e industrializada urbe, sin embargo, somos cerca de 65.000 habitantes con muy poca industrialización. El año 2018 se implementó un plan de recambio de calefactores, sin embargo, la calidad del aire no ha variado aún. 

¿Será la leña nuestro problema? A mi modo de ver, la contaminación ambiental es la punta del iceberg. No sólo somos la ciudad más contaminada, también somos una de las regiones de Chile que más basura produce por persona, tenemos problemas con el control de perros vagos en la ciudad y además de ello, no respetamos el espacio del resto de nuestros vecinos (hecho que queda patente al ver cómo disponemos de los espacios públicos, incluidas áreas verdes, para detener y estacionar nuestros vehículos sobre cualquier espacio libre, independiente de que esté o no destinado para estacionar). 

La cultura en el sur de Chile fomenta el uso indiscriminado de la leña como método de calefacción, esto es algo histórico, por la abundancia, la disponibilidad y hoy en día porque es la forma más económica para obtener calor durante el invierno; incluso por generaciones se la ha otorgado un aire romántico a las reuniones alrededor de una cocina a leña. Lamentablemente, eso, hoy nos ha pasado la cuenta, necesitamos de manera urgente que los habitantes de nuestra región comprendan el significado y los efectos mortales de la contaminación ambiental, para ello se debe educar, y así generar un cambio cultural, en el que a corto y mediano plazo podamos concientizar a las nuevas generaciones, para que comprendan lo nocivo del uso de este recurso. 

Urge la reacción de las autoridades y su trabajo en conjunto para poder contrarrestar la contaminación y sus efectos nocivos. Es imperativo también, que la comunidad reaccione y tome conciencia del problema. En otras palabras, es el momento de desarrollar nuestro sentido común.