Luego de tres días de reuniones con el Papa Francisco en el Vaticano, todos los obispos chilenos decidieron poner su cargo a disposición y ahora, la decisión final, depende del sumo pontífice.

Por medio de un comunicado, que fue leído públicamente por el obispo auxiliar de Santiago y secretario general de la Conferencia Episcopal, Fernando Ramos, y el obispo de San Bernando, Juan Ignacio González, se dio a conocer la histórica medida.

Mientras dieron lectura a la misiva, los obispos señalaron que “queremos anunciar que todos los obispos presentes en Roma, por escrito, hemos puesto nuestros cargos en manos del Santo Padre para que libremente decida con respecto a cada uno de nosotros”.

El documento, además, añade que “Nos ponemos en camino, sabiendo que estos días de honesto diálogo han sido un hito dentro de un proceso de cambio profundo, conducido por el Papa Francisco. En comunión con él, queremos restablecer justicia y contribuir a la reparación del daño causado…”.

En conferencia de prensa, los representantes de la Iglesia Católica manifestaron: “Queremos pedir perdón por el dolor causado a las víctimas, al Papa, y al Pueblo de Dios y al país por nuestros graves errores y omisiones”.

No obstante, puntualizaron que "mientras el Santo Padre no las acepte, seguimos ejerciendo nuestra labor pastoral".

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— Voces Católicas ن (@VocesCatolicasC) 18 de mayo de 2018

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