Educación excelente… no excelentemente negociada

Educación excelente… no excelentemente negociada

08 Agosto 2011

Educación mediocre y comercializada a un lado del muro. Educación excelente y gratuita al otro lado del muro. ¿CAERÁ EL MURO ESTA VEZ?

Nelson Zenteno >
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"El 9 de Noviembre de 1989 es una fecha que ha quedado grabada en la historia. Ese día se anunció oficialmente, en conferencia de prensa, que a partir de la medianoche los alemanes del este podrían cruzar cualquiera de las fronteras de Alemania Democrática (RDA), incluido el Muro de Berlín, sin necesidad de contar con permisos especiales. De inmediato se corrió la voz en ambas partes de la ciudad dividida y mucho antes de la medianoche miles de expectantes berlineses se habían congregado a ambos lados del muro. En el momento esperado, los berlineses del Este, a pie o en automóvil, comenzaron a pasar sin mayor dificultad por el puesto de control. Abundaron las escenas llenas de emoción: abrazos de familiares y amigos que habían estado separados por mucho tiempo, crisis de llanto, rostros que reflejaban incredulidad, brindis con Champaña o cerveza, regalos de bienvenida a los visitantes, flores en los parabrisas de los autos que cruzaban la frontera y en los rifles de los soldados que custodiaban los puestos de vigilancia. A esta primera reacción seguirían otras de carácter político y económico.

Muchos de los visitantes se dirigieron a los barrios elegantes de Berlín Occidental para celebrar su recién adquirida libertad, mientras que miles de berlineses prefirieron escalar el muro y, en muchos casos, armados de cuerdas, picos y cinceles, comenzaron a hacer realidad su sueño de muchos años, el derrumbamiento del muro de Berlín."

¿CAERÁ EL MURO ESTA VEZ?...

Educación mediocre y comercializada a un lado del muro. Educación excelente y gratuita al otro lado del muro. ¿CAERÁ EL MURO ESTA VEZ?

Los medios de comunicación nos están aportando datos de diferentes fuentes, objetivas y fiables. Éstas, muestran la delicada situación de nuestro sistema educativo chileno. Podemos asegurar con los expertos que el derecho a una educación de calidad para todos es todavía hoy un objetivo pendiente de conseguir.

Considero que aún es posible reaccionar. Pero, los ciudadanos que ya pasamos el período educacional  hemos de saber lo que hay en juego cuando el único valor que parece incuestionable es el bienestar de los estudiantes. O también cuando se trabaja para superar evaluaciones que apuntan más al prestigio de los centros educativos que a los intereses vitales de los alumnos o a las graves necesidades económicas que su familia enfrenta para lograr educarlos.

Vivir en democracia implica el derecho de los padres a escoger el centro educativo para sus hijos, asunto inseparablemente unido a poder tener una educación moral que sea conforme a los propios principios y valores.

Las imposiciones ideológicas, políticas o religiosas nunca mejoraron de verdad el nivel educativo de un país. Entonces, evitemos, en este conflicto, perder fuerzas con materias añadidas, no consensuadas, que dispersan la atención y hacen perder energías sin llegar a lograr una solución urgente. ¿Qué queremos?...¿ principios morales?...¿principios políticos?...¿principios partidistas? O mejor estrategias de acción acomodadas a las circunstancias? Precisamente, la excelencia de nuestros jóvenes se puede medir por la magnanimidad y determinación hacia los grandes ideales de educarse mejor y gratuitamente; no por un temeroso cumplimiento de lo políticamente correcto. Este barniz sobra.

Relativizar la realidad, e imponer opiniones subjetivas, es el mayor de los dogmatismos de quien quisiera imponer las reglas de juego en la  educación. La deseada educación no es terreno para experimentos partidistas. Aprovechemos la ocasión para trabajar todos por el bien común. Exijamos libertad de decisión, libertad de debatir, huyamos de lo fácil por acostumbrado que sea, de los clichés y por sobre todo de los prejuicios.

De nada sirve enfrentar a la enseñanza pública contra la de iniciativa social. Urge una mayor calidad en ambas.

 Sería, como mucho, seguir educando en la mediocridad. Y de eso, seguro que todos queremos salir de una vez.

Busquemos la libertad que está conectada íntimamente con el servicio a los demás. Una libertad que es sacrificio y renuncia; que siempre cuidará con finura del gran valor de la educación y la justicia. Así, pondremos en juego la unánime esperanza en un progreso real y para todos.

Para terminar, les aclaro: Tengo 61 años y sé lo que es educarse. Terminé de estudiar el año 1972, en la Universidad de Chile, ahora estoy logrando un diplomado en la Universidad Católica del Norte, quizás Dios me añada años para lograr ser un Dr. Psicólogo, es por eso que animo a todos los estudiantes, desde el pre kínder hasta lo máximo de la Universidad: “SIGAN LUCHANDO, QUE EL MURO PRONTO CAERÁ”.