¿Hay exceso de liberalismo sexual, promiscuidad, o qué?

¿Hay exceso de liberalismo sexual, promiscuidad, o qué?

24 Septiembre 2012

En Chile muchos acostumbran a tener varias parejas en forma paralela o seguidas una tras otra, pero somos algo hipócritas a la hora de reconocerlo. ¡Y peor! Estigmatizamos a quienes traicionan a la pareja.

SeparadosdeChile.cl >
authenticated user

En el suroeste de China, viven los Mosuos, unas 40 mil personas que constituyen una etnia con una cultura muy singular. Todos quienes los visitan, reconocen que se trata de gente muy solidaria, pacífica y hospitalaria. Pero los acusan de promiscuos porque no practican el matrimonio, ni siquiera conviven, y las relaciones de pareja son absolutamente libres. Para ser más exactos, todas sus parejas, sentimentales y sexuales son "puertas afuera", aunque no con ello signifique que comparten su cama con cualquiera. Aman a sus parejas, así es que no es un tema de sólo satisfacer necesidades sexuales.

Lo inusual y bastante extraño para muchos de nosotros, de pensamiento más clásico quizás, es que ese amor que comparte la pareja, no se da en un plano de exclusividad o pertenencia al otro. Respetan en todo momento la libertad e independencia emocional y sexual del otro y tal respeto es recíproco. A las parejas sexuales nunca los une la plata, tampoco los hijos, ni hay reglas o un contrato de por medio. Se juntan por amor, y tal sentimiento pueden sentirlo por una, dos o más personas, por tanto pueden tener relaciones con cada uno de ellos. Si se acaba el amor, se acaba todo. Se dejan de ver y ya está. No existe por tanto el engaño extramarital, ni la infidelidad, como tampoco la fidelidad. Esos conceptos simplemente no existen, no los conciben. Las mujeres y hombres Mosuos tienen tantas parejas sexuales como quieran aunque no se impide que una pareja sea monógama, si así lo desea. No publicitan con quienes tienen relaciones sexuales, pues sigue siendo una actividad íntima de la persona, pero de saberse, tampoco les importaría, pues no se estigmatiza esa conducta. Es su cultura. No se casan, no se divorcian, no enviudan. Los hijos que nacen fruto de estas relaciones libres se incorporan todos a la comunidad y son criados por sus madres, tías y abuelas. Así es la familia Mosuo, consanguínea. Y en el hogar, siempre hay un ambiente armónico como también un trato respetuoso e igualitario entre sus integrantes. El "amante" de turno visita a su amada sólo de noche y regresa a su propia casa de madrugada. Con su trabajo, aporta a sus hijos y respectivas madres. Así las cosas, las relaciones entre hombres y mujeres son absolutamente furtivas y tanto la mujer como el hombre pueden llegar a tener varias decenas de parejas sexuales antes siquiera de cumplir los treinta.

¿Le parece un modelo de vida promiscuo? ¿Sí? Bueno, muchos piensan lo mismo. Y los chilenos, ¿nos parecemos en algo a los Mosuos?

Veamos. En Chile, hay cada vez menos matrimonios primerizos. Siguen en baja. Los que ya están casados se están separando cada vez más. Registramos una separación matrimonial cada 60 segundos. Las familias matrimoniales o clásicas, con padre y madre, han cedido muchísimo  terreno a las monoparentales.  Tampoco se respeta mucho la fidelidad. El engaño a la pareja ha sido desde la época de la Colonia, parte de nuestras tradiciones. Hombres y mujeres por igual. Casi todos "miran para el lado", muchos "pellizcan la uva ajena" y no pocos se tientan con bastante frecuencia con un "casual sex". Hay cada vez más interés por el sexo "prohibido": es adrenalina pura, el elixir de la vida, el pecado más sabroso.

Obviamente, unos y otras son infieles sin pregonarlo. Entonces, sacando cuentas, si las separaciones superan a los matrimonios y 6 de cada diez quiebres matrimoniales se debe a la infidelidad, ¿no les parece que en esto de las relaciones de pareja nos estamos pareciendo cada vez más a los Mosuo? Una pareja acá, otra por allá, y otro día una tercera y la semana entrante otra más y suma y sigue.

Seamos honestos. También en Chile muchos acostumbran a tener varias parejas, en forma paralela o seguidas una tras otra, pero somos algo hipócritas a la hora de reconocerlo. ¡Y peor! Estigmatizamos a quienes traicionan a la pareja. Como si todos fuéramos unos santitos.

¿Cuántos habrán en el país que han sido, son y serán siempre fieles? ¿Conoce a alguno?

Por otro lado muchos chilenos tienen hijos con diferentes parejas, al igual que los hombres Mosuo, con la diferencia que todos los Mosuo colaboran con las madres de sus hijos para mantenerlos y en cambio en Chile, se han disparado las cifras de demandas de pensión de alimentos. Son cientos de miles.

Entonces uno se pregunta: ¿lo nuestro, es sólo un exceso de liberalismo sexual, o nos encaminamos a la promiscuidad, o qué?