La imitación: El adulto como modelo de enseñanza-aprendizaje

05 Agosto 2020

Es conocido y sabido que los niños y niñas imitan todo lo que sucede a su alrededor. Es seguro que en más de una oportunidad hemos visto a nuestros hijos e hijas actuar y comportarse como nosotros, esto es totalmente natural.

Catherine Jara >
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Dentro de la formación en pedagogía es esencial conocer los diversos postulados teóricos que sostienen dicho enunciado, por ejemplo, la teoría de aprendizaje social del Psicólogo contemporáneo, Albert Bandura, el cual señala que la observación, la imitación y el modelaje juegan un papel primordial en el proceso de aprendizaje humano.

Es así como educadores formales tales como profesores, educadoras de infancia, técnicos en educación están al tanto de la importancia que tiene el rol del adulto como modelo. Es por eso que la tarea de educar va más allá de lo cognitivo, sino que profundiza en la forma de Ser y Estar como individuos en el mundo. Tomando en cuenta el dicho popular “educar con el ejemplo” es que nos debemos hacer conscientes de que es sumamente importante, transformarnos en dignos modelos de imitación al servicio de la enseñanza y aprendizaje de las futuras generaciones.

Entonces, podemos comprender que la imitación es un acto intrínseco del ser humano y otros mamíferos, además es uno de los principios fundamentales del aprendizaje. Por medio de la imitación los niños y niñas aprenden acerca del mundo que los rodea, la cultura, sobre si arrojar la basura donde corresponde o simplemente en la calle, aprender a dar las “gracias” y pedir las cosas con un “por favor”. Todo eso y más, se aprende por imitación.

Desde la mirada de algunas corrientes pedagógicas llamadas “alternativas“, (personalmente prefiero llamarlas “Alterativas“) como por ejemplo, la pedagogía Waldorf fundada por Rudolf Steiner (1919) señala que durante el periodo de la primera infancia (0-7 años) los seres humanos somos órganos sensoriales abiertos al mundo, es decir, estamos tan sensibles a lo que acontece en el entorno que somos capaces de percibir hasta los más mínimos estímulos, éstos penetran en nuestro ser y se registran automáticamente y van así moldeando nuestra personalidad y nuestra forma de estar en el mundo. Incluso, aún más profundo, desde la mirada de la pedagogía Waldorf se plantea que los infantes son capaces de captar hasta las emociones más escondidas de los adultos que los cuidan y guían. Desde ésta misma corriente pedagógica, se aconseja a las familias (adultos principalmente) a intentar poner consciencia en qué y cómo hacemos las diversas labores de nuestro día a día.

Por ejemplo: A la hora de hacer la cama, se sugiere poner atención a cómo es nuestro gesto y ánimo, es decir ¿cómo manipulo las sabanas o cómo pongo las almohadas? si ¿lo hago cantando o increpando? En el caso de que nuestros hijos perciben que lo hacemos con disgusto, es muy probable que ellos asimilen esa tarea a algo no grato y tiendan a realizar aquellas labores con el mismo desgano que el adulto, en cambio si nos ven alegres y con buena voluntad será un mensaje corporal y emocional que generará en el niño o niña un impulso positivo en hacerse participe de las tareas de hogar y es muy probable de que deseen ayudar y ser parte de esa misión.

Hoy a partir del contexto sanitario, ya no son las escuelas, los profesores ni las educadoras de párvulos los modelos de imitación. Nuestros hijos e hijas están en el hogar, entonces ahora más que nunca es la familia y cada uno de los integrantes los referentes directos con los cuales los niños y niñas se están formando.

Como padres y adultos deberíamos hacernos estas simples preguntas ¿Qué le estoy transmitiendo a mis hijos, sobrinos o vecinos? ¿Soy un ejemplo de imitación para transformar a las futuras generaciones? Sin duda, es un gran desafío, pero el mundo y nuestros hijos e hijas lo requieren .Es por eso que tenemos el gran deber de transformarnos e intentar conquistar la mejor versión de nosotros mismos. Y como dice el dicho popular “Si quieres cambiar algo, cambia tú” y con ese pequeño gesto común podremos dar inicio al mundo que muchos deseamos vivir.