El seremi (s) de Vivienda y Urbanismo, Atircio Aguilera Burgos, y el director regional del Serviu, Cristian Ormeño Alcántara, viajaron hasta una alejada isla de la Provincia Antártica para entregar en persona un subsidio de clase media a un funcionario de la Armada.

 Se trata del alcalde de Mar de Isla Snipe, cabo 1° José Aguayo Aguayo, quien junto a su señora, Natalia Rodríguez, y sus hijos Vicente (8) y Montserrat (2), cumplen funciones estratégicas y de soberanía en el mítico canal Beagle.

 El seremi (s) Aguilera afirmó que “cuando conocimos la historia del cabo Aguayo, quedamos sorprendidos. Informamos de inmediato al biministro Rodrigo Pérez(@ministroperezm) y nos mandató entregarle en persona su certificado, como un premio al esfuerzo y constancia de él y su familia”.

 En el islote Snipe, ubicado a una hora de navegación de Puerto Williams, funcionarios de la Armada cumplen funciones (por períodos de un año cada uno) de control de tráfico, soberanía sobre los límites marítimos, salvaguardar ante cualquier emergencia náutica y entregar información meteorológica.

 El director Ormeño enfatizó que “es muy destacable que estando al medio del canal Beagle, no sólo tenga la posibilidad de postular a un subsidio, si no que también lo obtenga. Ello comprueba que el Ministerio tiene cobertura nacional, llevando ayuda a todas las familias vulnerables y de clase media de cada rincón del país; incluso si están al fin del mundo”.

 El titular del Serviu destacó que “con plataformas como ChileAtiende y la postulación vía Internet que ha impulsado el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (@Minvu), no importa en qué lugar del territorio chileno te encuentres, siempre podrás acceder a algún beneficio del Estado”.

 Ambas autoridades del Minvu agradecieron la ayuda prestada por la Armada de Chile para llegar hasta tan lejano lugar, en especial la colaboración del jefe de la IIIª Zona Naval, contralmirante José Miguel Rivera, y al personal de la Gobernación Marítima de Puerto Williams.

 Casa en Punta Arenas

 El cabo 1° José Aguayo lleva 15 años en la Armada. Él y su familia son oriundos de la Quinta Región y llegaron a Punta Arenas en 2007, ciudad de la cual se enamoraron y donde planean construir su hogar.

 Una vez terminada su tarea en Isla Snipe, tiene planeado retornar a Punta Arenas junto con su familia. Ello lo llevó a postular a un subsidio para clase media en julio de este año.

 “Era la primera vez que postulábamos y tuvimos la suerte de salir favorecidos. El proceso de postulación no fue complicado, ya que tuvimos la asesoría necesaria por parte del Serviu”, contó.

 Natalia, esposa del cabo Aguayo, comentó que “ya tenemos vista nuestra futura casa, aunque sólo por fotos. Hicimos el contacto y cuando José termine sus servicios en la isla, nos iremos de vacaciones y al regreso a Punta Arenas, volveremos a nuestro nuevo hogar”.

 El seremi (s) Aguilera dijo sentirse “muy satisfecho con poder concretar esta  travesía y conocer un poco del sacrificio que esta familia ha hecho por casi un año. Por eso trajimos este subsidio, para que puedan concretar su aspiración, que es la casa propia. A ellos, la mejor de las suertes”.

 En medio del Beagle

 José dice que la decisión de llegar a la isla se tomó como familia, ya que “para estar acá se tiene que postular y pasar por chequeos médicos y psicológicos para saber si se está apto para vivir aislado. No estamos arrepentidos, cumplimos con nuestros objetivos: estar en familia y poder postular a la casa propia”.

 Ellos son los únicos habitantes de Isla Snipe. En los tiempos libres hacen juegos dentro de la casa, ven películas, televisión satelital e internet. Además salen a caminar y recorren el pequeño terreno.

 Natalia afirma que la estadía en la isla les ha servido para estar unidos como familia, ya que “por el trabajo de José, no había pasado tanto tiempo con los niños. Los últimos siete años los pasó embarcado”.

 Las provisiones (víveres, agua, gas y combustible) se las entregan cada dos meses en un sistema de reaprovisionamiento, para lo cual tienen despensas y congeladores para su mantenimiento.

 Sobre lo mejor de estar en la isla, Aguayo destaca “hacer vida familiar, sana, con aire limpio y, por supuesto, el poder haber ahorrado los suficiente como para postular a nuestra casa propia”.