[Opinión] Una PSU diferenciada entre colegios públicos y privados

[Opinión] Una PSU diferenciada entre colegios públicos y privados

10 Enero 2018
Entendiendo la dificultad de nivelar la enseñanza entre colegios públicos y privados, y que será un proceso complicado que demorará un par de generaciones, no dudaría en en hacer una PSU diferenciada. Nivelaría la cancha de esa manera hasta mejorar la calidad de la educación pública.
Andrés Gillmore... >
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Crié a mis dos hijos hombres al sur de Aysén, en la cuenca del lago General Carrera, en la localidad de Puerto Guadal, a 290 kilómetros al sur de Coyhaique. Una localidad de 700 habitantes y la gran mayoría descendientes de los primeros colonos que entraron a la región a principios del siglo pasado desde Argentina, donde se habían refugiado del terror del latifundio.

En Puerto Guadal existe la escuela Pública Bernardo O'higgins número 11, dependiente del Municipio de Chile Chico, a 84 kilómetros de distancia costeando el gran lago General Carrera. Es una escuela mixta que educa a estudiantes desde kinder a octavo básico, para que posteriormente pasen al liceo de Chile Chico o en algunos casos seguir con la educación media en la capital de Aysén, Coyhaique. Por mis labores en el campo en una primera instancia desde mediados de los años ochenta y posteriormente como empresario turístico, mis hijos estudiaron en esta escuela hasta octavo básico.

Como primer apunte puedo comentar que el colegio al ser más pequeño es más que nada una gran familia, compuesta por alumnos, apoderados y estudiantes, que permite una forma de educación más intima y provechosa en todo lo que tiene que ver con el traspaso de valores de vida, ética y sentido común, al darse cierta paridad entre lo que se dice y se hace -que en sí mismo es un magnífico ejemplo- y una gran fuente de sustento para los muchachos y muchachas.

Los profesores que se desempeñan en el mundo rural -y puede ser aplicable a los de todo Chile- no están exentos de tener sus genios, manías y complicaciones propias del mundo urbano, pero al trabajar en cursos más pequeños, la forma de enseñar es más cercana y tiende a ser más didáctica y personal, traspasando positivamente la forma en que se desenvuelven y realizan sus actividades con respeto. Los estudiantes adquieren hábitos y disciplina de estudio, supliendo las deficiencias que muchas veces no les alcancen a pasar toda la materia como en los colegios privados, entendiéndose que por mucho que se deje de aprender, cuando se sabe estudiar por lógica adquieres más capacidad de adaptación y si tienes la disciplina de sentarte a estudiar dos horas todos los días, te da la posibilidad cierta de adaptarte y superarte a ti mismo estés donde estés.

Si a eso le sumamos que la gran mayoría de las escuelas rurales de Chile en la actualidad cuentan con conexión a internet, que les abre todo un mundo y democratiza la información a límites insospechados, me ha hecho sostener que las escuelas rurales del mundo regional -dada sus ventajas comparativas en cuanto a ambiente social y familiar-, lo tienen todo para que los alumnos marquen una diferencia sustancial. Es decir, que estén capacitados para enfrentar la educación media y posteriormente elegir lo que quieren ser y no lo que pudieron ser, que muchas veces puede ser incluso no optar por una carrera profesional, eligiendo una de corte técnico y ser feliz aportando a la región donde vives.

Por temas familiares y financieros -para no hablar de supuestos y sí de realidades-, mis dos hijos en su momento postularon al Instituto Nacional. Por medio de una audiencia con el rector, le expliqué la situación y el mayor fue aceptado en el año 2003 y el menor posteriormente en el 2008. El rector, a pesar de tener cierta reticencia, nos concedió la oportunidad y del cual estoy muy agradecido por siempre. Lo primero que me dijo el encargado en la dirección el primer día de clases al ver la ficha de mi hijo para el reconocimiento de sala y constatar de donde venía, fue que me asegurara de ir viendo otro colegio alternativo, porque seguro en mayo lo desvincularían dado su origen y la exigencia del Instituto Nacional a sus estudiantes.

El primer mes en el Instituto Nacional lógicamente sacó rojos mi hijo. En ese entonces, sin internet tratábamos con su madre de darle ánimos por teléfono. Mi hijo nos decía, no se preocupen estoy en ello, estudio todos los días como siempre, me estoy poniendo al día en la materia que no me pasaron en séptimo y octavo, pero tengo la disciplina que aprendí en la escuela de Puerto Guadal. Contraté un profesor particular de matemáticas que lo pusiera al día durante el primer semestre. En mayo no lo desvincularon, su profesor jefe comprendió el esfuerzo. Pasó a segundo medio y se transformó en un excelente estudiante amante de las matemáticas y en un economista titulado de la Universidad de Chile de Santiago, con un magister en econometría. Mi segundo hijo sacó su título de piloto comercial en la Universidad Federico Santa María de Santiago y aprobó el curso correspondiente de piloto e instrumentos en una academia particular en el aeródromo de Tobalaba.

Lo que trato de decir, es que en los colegios rurales existe la posibilidad cierta de transformar a los estudiantes en personas plenas y satisfechas con valores éticos y morales y en buenos profesionales. Dado el ambiente educacional que se gesta, donde se puede trabajar con tiempo y dedicación, diría que es la gran oportunidad de enseñar a los estudiantes formas de aprender y de estudiar con disciplina, con hábitos que terminan transformándose en herramientas de trabajo muy aplicables a la vida misma, que les permitirá adaptarse a los diferentes ritmos en cualquier ambiente donde estudien o cumplan labores.

Entendiendo la dificultad actual de nivelar la enseñanza entre colegios públicos y privados, y que será un proceso complicado que demorará un par de generaciones, no dudaría en hacer una PSU diferenciada. Nivelaría la cancha de esa manera hasta mejorar la calidad de la educación pública. Un muchacho que obtiene buenas calificaciones en un colegio público, se esfuerza tanto o más que un estudiante de colegio privado. La diferencia está en que al estudiante del colegio público no le pasan toda la materia como sucede en el colegio particular, compitiendo con esa desventaja en la PSU.

Un estudiante con buenas calificaciones de un colegio público o rural, que logra entrar en una buena universidad, la experiencia me dice que posee la capacidad de adaptarse al medio sin problema. Si a eso le sumamos que la Universidad puede nivelarlo en el primer semestre y posteriormente con cursos paralelos de acuerdo con la carrera que estudia, ese estudiante tendrá la capacidad de salir adelante, transformándose en un aporte y no en un lastre.