Pingüinos antárticos actúan como reservorio de virus sin síntomas asociados

Pingüinos antárticos actúan como reservorio de virus sin síntomas asociados

24 Abril 2020
En la investigación se identificaron 107 especies virales, de las cuales trece eran virus propios del pingüino.
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Pese a su aislamiento geográfico y clima extremo, la Antártica es capaz de albergar una fauna única y diversos microorganismos asociados a las diferentes especies. Tales condiciones han hecho suponer que la fauna de aquel continente favorece a una escasez de virus.

Algunos estudios previos han planteado la hipótesis de que las diferentes especies animales viven en un entorno de baja presión de patógenos reflejado en una limitada diversidad y abundancia microbiana.

Durante décadas, los científicos han estado muy interesados en estudiar en particular los virus de los pingüinos antárticos. En este sentido, los primeros reportes datan de los años 70, pero solo se limitaban a observar si los pingüinos estaban infectados con virus que causaban enfermedades en las aves de corral. A medida que los métodos fueron mejorando, los investigadores recurrieron a la reacción en cadena de la polimerasa (más conocida como PCR). Sin embargo, su gran limitación radica en que se basan solo en la identificación de virus previamente descritos. Esto, afortunadamente, ha cambiado con el desarrollo de la metagenómica que permite secuenciar aleatoriamente una muestra sin la limitación de buscar solo los virus descritos anteriormente.

“Lo importante es saber que existen varios virus en pingüinos que no son conocidos y que podrían en casos puntuales pasar a otros animales e incluso a humanos. En este estudio se encontró una variedad de 107 virus, de los cuales 13 infectan a pingüinos, o sea, casi duplicamos los virus hasta ahora conocidos en los pingüinos. Además, se encontraron 82 especies de virus que se asocian a la dieta (invertebrados y peces) y microbioma de los pingüinos”, destacó uno de los autores de este estudio, el Dr. Daniel González Acuña, quien además es investigador del Laboratorio de Parásitos y Enfermedades de Fauna Silvestre de la Universidad de Concepción, sede Chillán. Añade que los pingüinos tienen garrapatas y estas a su vez tienen virus que pueden infectarlos. En este sentido, encontraron ocho especies de virus, que es probable que se asocien a los pingüinos.

Coronavirus en pingüinos antárticos

Uno de los patógenos que pudieron encontrar fue un tipo de coronavirus, bastante comunes en las aves silvestres. “De hecho, en nuestro estudio encontramos un tipo de coronavirus, que es un nombre genérico para un grupo de virus (los que tienen esta forma de corona). Los coronavirus son ampliamente distribuidos en los animales, pero el coronavirus que nosotros encontramos en pingüinos es un deltacoronavirus y el virus COVID-19 es un betacoronavirus, entonces son del mismo grupo, pero claramente diferentes. Los deltacoronavirus son más asociados a las aves y los betacoronavirus a los mamíferos”, afirma.

También se ve presencia de picornavirus que son una familia de virus infecciosos para animales. Esta familia incluye muchas especies diferentes de virus. Picorna significa ‘pequeño’ y es una de sus características, puesto que entre los virus son de los más pequeños. Existen representantes de esta familia de virus que causan poliomelitis, resfriado común en los humanos, hepatitis A, encefalomielitis aviar, entre otros”, señala.

Sobre cómo arriban estos virus al Continente Helado, el Dr. González aclara que una parte de ellos han existido siempre ahí y por otra, estos son transmitidos desde aves que tienen migraciones de larga distancia y que provienen desde continentes con gran capacidad de propagación de estos virus animales peligrosos y por lo tanto, se extienden a poblaciones que no tienen contacto o están libres de estos patógenos.

Es probable que parte de estos virus han existido ahí y otra parte de estos virus llegan con las varias especies de aves que migran hacia el Continente, como por ejemplo: el gaviotín ártico, la escúa, la paloma antártica y otras especies que se mueven mucho a través de los océanos, como el petrel gigante, albatros errante, etcétera. Las garrapatas también tienen virus y lo pudimos determinar en este estudio, puesto que se encontraron ocho especies de virus y probablemente estas las compartan con los pingüinos”, puntualiza.

Consultado sobre si alguna especie de pingüino se ha visto más predispuesta que otra a contagiarse, afirma que: Según los resultados de este estudio, no se ve una mayor predisposición de alguna especie de pingüino. Algunas comparten virus y otros están presentes en solo algunas especies. Ahora, los pingüinos que muestreamos y son positivos a virus, no se vieron afectados, no mostraron signos de estar enfermos. Su condición corporal era normal, lo que indica que conviven con estos virus”.