Teletón y Regionalización: El ejemplo de las Jornadas Magallánicas

Teletón y Regionalización: El ejemplo de las Jornadas Magallánicas

05 Diciembre 2011

Esta columna está escrita para nuestra Red Nacional de Medios, para mostrar a otros, no a uds magallánicos, un par de lecciones en torno a las jornadas, puede que hayan detalles que conozcan mejor que yo, pero de todas formas queremos compartirla.

Robinson Esparza >
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Cuenta la leyenda en Magallanes, que en 1987, ilusionados, los habitantes del estremo austral del contienente participaron de la Teletón, como cada año, con el anhelo de que se pudiera construir un centro de rehabilitación en la zona, ya que la única alternativa que tenían de acceder a terapias de esa índole era viajar a Santiago o a Concepción. Algo todavía caro y en esa fecha francamente excluyente para la mayor aprte de las familias de la región.

Dicho centro nunca se construyó.

Esta desilusión y la conciencia de que a nadie van a importarle mas que a ti y a tus vecinos los problemas de tu zona, hicieron que un grupo de magallánicos liderados por el Club de Leones Cruz del Sur que ya venían trabajando el tema de la discapacidad, desarrollara en 1988 su propia jornada solidaria, coìando el modelo Teletón y con idéntico fin. Las llamaron “Jornadas del Niño Impedido Magallánico”, hoy conocidas como “Jornadas magallánicas”.

Como los centros fueron hechos a puro “Magallanismo” esa potente idiosincracia local, se pusieron metas ambiciosas: igualar o superar a los Centros Teletón.

Y se diferenciaron en algunas cosas fundamentales. En Magallanes no sólo se atiende niños, sino también adultos y no sólo chilenos, también personas que vienen desde Argentina, atraídos por la alta especialización y complejidad de las terapias que realizan.

Hoy las “Jornadas Magallánicas” son parte de la identidad de la región y al igual que la Teletón, son un ícono de unidad y solidaridad, pero me atreveria a decir, que son un símbolo también de eficiencia y de regionalización.

La más reciente de estas jornadas, la número 24  realizada este 12 de noviembre en un formato muy similar a la Teletón, pero resaltando todos los valores, rostros y talentos locales, logró recolectar  la extraordinaria cifra de  412 millones de pesos , monto que contrasta con el que se recolecta regionalmente para la Teletón, que este año 2011 llegó a algo mas de 61 millones.

Los Centro de Rehabilitación de Magallanes son tres: Punta Arenas, Porvenir y Natales, son gestionados por una corporación que el Club de Leones creó para estos efectos, delegando la administración de esos centros, bajo su supervisión estricta, en un grupo de especialistas de su confianza.

Los centros cuentan hoy con 154 profesionales, tienen 2800 m2 construidos, y atienden a mas 2000 personas mensualmente.

Más allá de la comparación, lo notable del caso es que una región, cansada de las decisiones centralizadas, en este caso no por el Estado pero igualmente centralizadas, decidió “saltarse la fila” y en vez de esperar  por décadas que la Teletón, les construyera un centro de rehabilitación al fin del mundo, decidieron tomar cartas en el asunto y resolverlo ellos mismo, en base a la misma fórmula, pero a diferencia de la ultra markertera y comercial Teletón, (que aun así sigue siendo una obra extraordinaria que admiro y apoyo fervorosamente)  en Magallanes el foco aun sigue siendo ayudar y los magallánicos siguen moviéndose por un ánimo regionalista, dicho de otra forma, pese a que el estándar de producción del evento es alto, con importantes artistas nacionales, aun sigue teniendo un aire provinciano, honesto y “amateur”, en el sentido profundo de lo que eso significa, un amante, alguien que hace algo no porque sea su trabajo sino por que ama hacerlo.

La Teletón es una obra maravillosa que duda cabe, pero adolece del mismo centralismo que nos agobia, y que no hay que tolerar. El empresario Leonardo Farkas entendió eso inaugurando en 2007 una serie de donaciones, sujetas a inversión específica en comunas o regiones, hoy lo hacen así varias Compañías mineras y muchos municipios.

Así lo entendió también el sindicato Nº1  de Trabajadores de Codelco Norte (Calama) quienes en 2010, como una forma de protestar por la demora en la construcción del centro de rehabilitación en dicha ciudad, decidieron no aportar, castigo no menor considerando que todos los años aportan una cifra superior a los 100 millones de pesos. Los aportes fueron hechos directamente a organizaciones de discapacitados locales.

El Centro de Rehabilitación de Calama está prometido para el primer semestre de 2013.

Es urgente una mayor delegación de autonomía a las regiones, pero mientras esperamos sentados, que los santiaguinos que toman las decisiones lo hagan, necesitamos regionalizarnos nosotros ahora mismo.

Las protestas contra el alza del gas en Magallanes en enero de 2011 , sorprendieron al país, pero no a quienes conocemos Magallanes, que sabemos que hay construído un sustrato cultural e identitario muy potente que hace parecer ingenuos, a quienes quieres  quitarles algo de lo que ya tiene, sin sabe lo mucho que les ha costado y lo mucho que lo defenderán.

¿Cuántas cosas podríamos empezar a regionalizar ahora mismo?, ¿Cuántas decisiones se toman con criterios centralistas en los colegios profesionales, asociaciones deportivas,  sindicatos nacionales, medios de comunicación, y en cualquier organización nacional no estatal? ¿Cuántas de estas podríamos corregir y empezar a exigir que sean criterios regionales los que definan esas decisiones?

La lección de Magallanes en torno a la Teletón es muy decidora, muchas veces el resentimiento y la queja nos inmovilizan y diluyen el enorme potencial que tienen nuestra regiones, si se unen en torno a un objetivo común, lo suficientemente generoso y bien gestionado que permita a todos y cada uno, creer en él y soñar.

 

Por Robinson Esparza.