En 1882 el visionario escritor Julio Verne terminó de publicar una novela romántica, pero muy en su estilo basada en una leyenda, que tenía mucho de visionaria. Se tituló "El Rayo Verde"

La leyenda dice que dos personas quedan verdaderamente enamoradas cuando pueden ver el rayo verde, la última chispa de luz que emite el sol antes del ocaso. Ver el rayo les permite conocer a fondo todo el insondable misterios de el otro al que aman y saber con certeza quienes son.

Lo bonito de la historia de la hermosa Elena Campbell, protagonista de la novela, que busca el amor verdadero, en ese rayo verde, es que al menos la parte física, la óptica  de la historia es real. De hecho es tan real que hoy podemos contar con fotografías del esquivo rayo verde.

Cuando niño siempre esperaba verlo, para saber si era verdad, pero una distracción en el segundo exacto de su efímera existencia hacia imposible la búsqueda del rayo, al menos para mi en ese entonces. El Rayo Verde como el amor verdadero es un fenómeno bastante escaso; ver un evento tan fugaz requiere una vista no obstruída del Sol poniéndose (o saliendo) y una atmósfera muy estable

Hace unos días supimos que el Observatorio Cerro Paranal, el hogar del uno de los telescopios mas largos del mundo de la ESO (Organización Europea para la Investigación Astronómica en el Hemisferio Austral) un fotógrafo espacial logró fotografiar con nitidez el esquivo rayo verde.

Stéphane Guisard se llama el experto que logró la fotografía, el ha estado por años buscando el rayo verde, hasta que por fin pudo capturar al menos su reflejo en un papel fotográfico. 

Una vez mas la tradición y Julio Verne tenían razón, pero la noticia quedará trunca hasta que no sepamos si Stéphane Guisard, logró comprobar si es verdad la segunda parte de la historia, la del amor verdadero, tan esquivo como el rayo verde.

Acá en estos links hay otras

y aquí en Inglés