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La revista Slate publicó una interesante nota hace ya algunos días y yo descubrí mi vocación. En el texto hacen una suerte de revisión histórica de lo que significa ser una "Dama de Compañía" y comparten referencias de distintos periodistas especializados en realeza. Lo que el artículo propone es que el rol o trabajo ha evolucionado mucho durante los años, pero se mantiene como un esencial de la vida real.

A las damas de compañía de antes, explican, se les pedía que ayudaran a las princesas con el vestido, cosa que no es en absoluto necesaria hoy - derechamente hay diseñadores de primera que se encargan de esas cosas- sin embargo, el propósito principal del rol de una dama de compañía se mantiene: proveer de compañía apropiada y buen consejo a una mujer que no puede hacer amigos simplemente inscribiéndose en un club de lectura o tomándose una "chela" en un bar.

Un periodista dedicado a realeza le dijo a la revista Slate que el trabajo de las damas de compañía es "mostrarse decorosas", o sea, darle ese aire formal a la corte. En los pocos registros que explican qué ha de hacer una dama de compañía, se escribe que es: "Comer jamón de Westphalia en la mañana; cabalgar sobre setos y colinas; volver a casa durante el calor de mediodía con probable fiebre (puede ser algo 100 veces peor) y con una marca roja en la frente por culpa de un sombrero incómodo. Luego deben sonreír tontamente y enfriarse en los apartamentos de la princesa hasta la hora de la cena. Luego de eso y hasta la medianoche, deben caminar, trabajar o meditar, según gusten". No sé a tí, pero a nosotros en Red Mi Voz nos parece un trabajo espléndido.

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