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El 9 de junio de 2017 la familia puntarenense compuesta por N.B.C., R.L.M. y su hija, M.L.B. compró pasajes aéreos en Latam para viajar desde Punta Arenas a Santiago.

Tras su paso por la capital, y según consigna El Pingüino, el 27 de junio del mismo año tomarían el vuelo de regreso a Magallanes, reservando para ello los asientos A, B y C, de la fila 16 del avión.

Luego de subir al avión comenzaron a guardar su equipaje, percatándose que sus asientos estaban siendo ocupados por otros pasajeros, siendo cambiados a la fila 35, hecho que fue consultado por la familia a un funcionario de Latam.

Posteriormente, por orden el piloto, la jefa de cabina se presentó junto a personal de Aeronáutica Civil y Carabineros, quienes detuvieron a la familia y la obligaron a bajar alrededor de las 3 de la madrugada. Todo esto sin entender lo que ocurría.

Los afectados presentaron una demanda ante el Primer Juzgado de Policía Local de Punta Arenas, cuyo juez acogió la acción judicial ordenó a pagar a la empresa la suma de $9.466.158.